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García: “el consumismo y el aprecio por la juventud y belleza eternas nos aleja del entendimiento de la muerte”

lunes 18 de julio de 2022 - 12:53 GMT+0000

El profesor Alfonso García, tras su primera intervención en la Universidad de Verano de Adeje.

“El sexo era el gran tabú hasta el periodo Victoriano, y en la actualidad lo es la muerte”, señala el profesor del Departamento de Enfermería de la Universidad de La Laguna Alfonso García Hernández. Y por ello imparte dos cursos en la Universidad de Verano de Adeje en los que trata de normalizar algo tan natural, y sin embargo tan traumático para muchas personas, como es el proceso para lidiar con la pérdida de seres queridos y comprender mejor la propia muerte y sus rituales. “Nuestra sociedad del consumismo y el aprecio por la belleza y la juventud eternas nos aleja del entendimiento de la muerte que sí tienen otras culturas”, señala.

Ambos cursos se imparten el Centro Cultural de Adeje entre hoy, lunes 18 y el miércoles 20 de julio: el primero de ellos, “Comunicación, pérdida y duelo” por la mañana, y el segundo. “Antropología de la muerte”, por la tarde. Al matinal se han matriculado tanto personas que quieren tener herramientas para sobreponerse a sus propios procesos de duelo, como personas que quieren saber cómo ayudar a quienes está pasando por este trance personal. “Decimos que hablamos abiertamente de la muerte pero no es así. La hemos biologizado y psicologizado mucho, pero haría falta incorporar otras dimensiones, entender cómo se vive emocionalmente, y también desde el punto de vista moral, filosófico y sociocultural.

De este modo, una persona que pase por un duelo debe se consciente de que está en un proceso que es personal y es más que una respuesta biológica, psicológica y social a la pérdida, “porque, en el fondo, es la reconstrucción de un mundo de significados que ha sido desafiado por la pérdida”. Eso genera respuestas emocionales, conductuales y simbólicas que desembocan en diferentes pérdidas: duelos adaptados, desadaptados, traumáticos e incluso espirituales. “En el curso tratamos de que, por lo menos, identifiquen la sintomatología que haría necesaria la ayuda externa, frente a la que indique que se puede sobrellevar el duelo personalmente. Y, sobre todo, comprender que es algo natural al ser humano porque todos perdemos en algún momento”.

Hernández indica que es difícil fijar qué tiempo es el necesario para pasar un duelo, entre otras cosas porque todo va a depender en gran medida que que se haga con ese tiempo. “Pero es cierto que en las fases iniciales, en algunos meses la persona ya debería haberse reincorporado a su vida natural, independientemente de que todavía sufra dolor. La muerte es un acontecimiento que viene a cambiar nuestras vidas y, según lo trabajemos, iremos avanzando. Es importante no ocultarlo como tabú e incorporarlo como un elemento de vida.

En cuenta a las personas que deseen ayudar a otras en sus procesos de duelo, deben conocerse a sí mismas y a sus propias pérdidas; entender cuáles son todos los rasgos que se dan de sintomatología biológica, cognitiva y conductual; saber qué lesiones ocasionan las pérdidas si no son cuidada; y, en general, ver qué acciones pueden acometerse para ayudar a las personas que están en esos patrones de duelo.

En cuento al curso sobre Antropología, aborda todos los rituales y comportamientos de las diferentes sociedades del mudo en torno a la muerte. Contrariamente a lo que podría pensarse, sobre este asunto no hay elementos comunes y cada sociedad es muy diferentes en cómo afronta la muerte. García, de hecho, recuerda que un antropólogo intentó clasificar los diferentes rituales relacionados con la muerte y cuando llegó a los 800, decidió que no había manera de hacerlo. “Tampoco tiene que ver con las religiones; es cierto que algunas de ellas invitan y concitan a que haya un entendimiento del morir, los muertos, las almas y la trascendencia de una manera particular, pero las culturas está por encima de las religiones”. 

El curso recorrerá los espacios relacionados con la muerte más allá de los cementerios, como los memoriales y los elementos de mediación para construir significados relacionados con el muerto, como los tatuajes. Y se reflexionará sobre cómo todo ello tiene que ver con el recuerdo, la memoria y cómo mantenerla. Se darán, además, ejemplos particulares, como las ya célebres festividades en torno a la muerte típicas de México, o prácticas como las de las Islas Célebes en Papua Nueva Guinea, donde el fallecido sigue conviviendo con los vivos hasta que resuelve todos los asuntos relacionados con la herencia y se le entierra, lo cual puede prolongarse meses. “Muy diferente a lo que hacemos nosotros, con una evacuación rápida en menos de 24 horas”.


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