El análisis de las líneas de acción para avanzar hacia la consecución de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer fue objeto de análisis en un seminario impartido dentro del programa Campus América 2022, en el que participaron las juristas Susana Espada, Fabiola Lathrop y Marisa Herrero.
En el debate, moderado por la profesora titular de Derecho Civil de la Universidad de La Laguna, María Aránzazu Calzadilla, las expertas en esta materia y Derecho al Honor abordaron la evolución de la igualdad entre mujeres y hombres, así como otras cuestiones relacionadas con la regulación del sexo no binario o la maternidad y paternidad en casos de parejas del mismo sexo, entre otros asuntos. Asimismo, se analizaron los mecanismos jurídicos para garantizar la actualización de conceptos como la familia de cara a avanzar hacia una igualdad efectiva.
La jurista chilena Susana Espada incidió en la necesidad de que la legislación se actualice y ampare los nuevos modelos familiares. “Es cierto que el concepto familia ha quedado obsoleto y ha surgido un debate relacionado con determinar qué imagen social tenemos hoy en día de esa palabra”, explica.
Así, Espada apuntó que el legislador debe precisar, teniendo en cuenta la realidad social actual, qué conlleva la institución de la familia para poder legislar sobre esos nuevos modelos. “La familia es el principal aliado del Estado para el logro de los objetivos del Desarrollo Sostenible, por lo que dudar de su reconocimiento constitucional solo le dejaría sin un gran poder para llevar a cabo acciones sociales”, recalcó.
Por su parte, la profesora titular de la Universidad de Chile Fabiola Lathrop incidió en los cambios jurisprudenciales relevantes que se han alcanzado en su país, desde la comaternidad y copaternidad en parejas homosexuales hasta la regulación del sexo no binario. “En Chile seguimos trabajando en el principal desafío, que es mantener una ética pluralista y una legislación que salvaguarde y fomente los diferentes modos de vida, siempre que sea en pro de los derechos”, explicó.
En este punto, Lathrop apuntó que algunos de esos desafíos en su país tienen que ver con la regulación de la adopción o de la gestación subrogada, sobre la que actualmente existe silencio legislativo en Chile. “En el país no existe una prohibición expresa sobre la subrogación, hay una laguna, y considero que es fundamental que se llegue a una conclusión sobre esta cuestión y que esté amparada por derecho, sobre todo por la protección al menor”.
La abogada argentina María Herrero afirmó que “cualquiera que sea la libertad por la que luchamos, debe basarse en la igualdad”. En esta línea aseguró que no es preciso hablar de la perspectiva de género entendiendo que solo hay un punto de vista sino que es necesario trabajar en que haya una conciencia que luche contra la opresión, que implique “una transformación revolucionaria de la cultura, de los vínculos afectivos, la sexualidad e incluso la crianza”.
El freno de la discriminación y la violencia o la puesta en marcha de acciones relacionadas con la igualdad y la accesibilidad fueron algunos de los conceptos destacados por la jurista Herrero para poner en evidencia el trabajo que es necesario continuar realizando para conseguir llegar al “Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 sobre igualdad de género y empoderamiento de la mujer”.
Durante su ponencia hizo alusión a los grandes avances que se han hecho respecto a las leyes que apoyan las nuevas identidades de género y el papel de la mujer en el mundo laboral. Sin embargo, reconoció que la desigualdad entre hombres y mujeres sigue existiendo y que “por esta razón, hay que continuar luchando”.
Para concluir la jornada, María Aránzazu Calzadilla ahondó en los datos de la sociedad española, en los últimos años, respecto al reparto de tareas de casa entre géneros. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2020, el 77,5% de las mujeres trabajadoras realizaron actividades de cocina y tareas domésticas todos los días, frente al 32,9% de los hombres.
Añadió que, a lo largo de la historia, las mujeres han ocupado siempre un espacio privado sin tener la posibilidad de acercarse al espacio público. “Tradicionalmente, se han encargado de la familia, la maternidad, el cuidado del hogar, la realización de las tareas domésticas y atención de su marido”. En este sentido, considera que, aunque es cierto que la mujer se ha adentrado en el mundo laboral paulatinamente, aún en pleno siglo XXI, la imagen de la mujer como cuidadora y ama de casa no ha cambiado para muchas comunidades y realidades. “A pesar de que las normas hablan sobre corresponsabilidad en el reparto de tareas domésticas, la realidad es que las mujeres siguen sin tener la oportunidad de crecer profesionalmente por falta de tiempo”, aclaró.
