El proyecto de investigación “Microplásticos como indicadores de contaminación en sistemas aislados de alta montaña: El Parque Nacional del Teide” (MICROTEI), financiado íntegramente por la Fundación Canarina con 30.000 euros, ha finalizado hoy, 14 de diciembre de 2023, tras un año y cuatro meses de trabajo con una jornada de presentación de resultados finales celebrada en la Sección de Química de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Laguna.
La Fundación para la Naturaleza y el Medio Ambiente Canarina es una entidad sin ánimo de lucro, con ámbito de actuación en toda Canarias cuyo fin principal es la protección de la naturaleza y el medio ambiente del archipiélago. De ahí su relevancia en el estudio de los valores naturales de las islas así como del impacto y las amenazas a los que están sometidos.
La jornada ha sido inaugurada por Antonio Aparicio, vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de La Laguna; Anne Striewe, directora general de la Fundación Canarina; y Javier Hernández Borges, investigador principal del proyecto y coordinador del grupo de investigación en Química Analítica Aplicada (AChem) de la Universidad de La Laguna, quien destacó la importancia de este tipo de estudios para conocer con mayor exactitud el origen, transporte y destino final de los microplásticos y reconoció el compromiso que la fundación con este tipo de trabajos.
El objetivo del proyecto ha sido la determinación de micropartículas de origen antrópico como son los microplásticos (tamaño inferior a 5 mm) en suelos y excrementos de conejo y de muflón del Parque Nacional del Teide. Esta presencia de microplásticos apenas ha sido estudiada y es de especial relevancia para entender el grado de afección de este tipo de ecosistemas por estos contaminantes relativamente nuevos. En particular, su determinación en heces de las dos únicas especies de mamíferos herbívoros presentes en el Parque Nacional permite evaluar la entrada de dichas partículas en las cadenas tróficas terrestres, pudiendo considerarse como un indicador de contaminación más. Se trata de la primera vez que se lleva a cabo este tipo de estudio en un Parque Nacional español.
Javier Hernández, Antonio Aparicio y Anne Striewe.
Inicios del proyecto
La primera etapa consistió en la realización de un ambicioso y arduo muestreo de dos meses de duración, en los que se llevaron a cabo 14 expediciones que concluyeron con la toma de 155 muestras (78 de suelo, 64 de excrementos de conejo y 13 de excrementos de muflón). Los muestreos se realizaron de forma sistemática para abarcar prácticamente toda la totalidad de la superficie del Parque Nacional (189.9 km2), implicaron 89 horas de trabajo de campo y el recorrido a pie de una distancia total acumulada de 166 km.
Una vez en el laboratorio, se estudiaron y aplicaron diferentes condiciones para llevar a cabo el tratamiento de las muestras, etapa que es necesario realizar con anterioridad a la identificación y caracterización de microplásticos. Así, una vez evaluadas y optimizadas las metodologías, cada muestra de suelo se sometió, secuencialmente, a una oxidación con peróxido de hidrógeno concentrado, a cuatro separaciones consecutivas por densidad de las micropartículas usando una disolución saturada de cloruro sódico y, finalmente, a una filtración a vacío. Por su parte, las muestras de heces se disgregaron cuidadosamente bajo una lupa estereoscópica con la ayuda de unos finos punzones.
Debido a la gran cantidad de muestras de suelo recogidas, a lo laborioso de la etapa de tratamiento de muestra y a que cada una de ellas se analiza por triplicado, hasta la fecha solamente se ha podido completar el análisis de 19 de ellas. Este trabajo preliminar ha permitido determinar que, de momento, la concentración media de estas partículas es de 228 ± 46 ítems por kilogramos de suelo seco; se trata principalmente de fibras (96 %), aunque también se han encontrado otras partículas como fragmentos (plásticos rígidos con bordes irregulares), pequeñas películas o films y marañas.
Las micropartículas halladas han sido mayoritariamente incoloras y con un tamaño inferior a 1 mm, por lo que, en general, no son visibles al ojo humano. La composición química de los microplásticos encontrados ha sido muy diversa, con el polimetilmetracrilato, etilvinilacetato (goma EVA), poliestireno y poliéster como los polímeros sintéticos más encontrados, aunque el 69 % de las micropartículas son de naturaleza celulósica, tanto natural (que no pueden considerarse como microplásticos) como semisintética. Son partículas procedentes en su mayoría de la industria textil y que pueden haber llegado a los suelos por el aire por deposición seca o húmeda (lluvia o nieve). De hecho, en un trabajo previo del grupo AChem ya se habían encontrado microplásticos en nieve del Parque Nacional del Teide.
Respecto a la materia fecal, se analizaron un total de 616 excrementos (512 de conejo y 104 de muflón), lo que constituye un número de muestras notablemente superior a las estudiadas por otros grupos de investigación en trabajos similares con diferentes mamíferos terrestres salvajes de otras partes del mundo. Se ha podido concluir que el 96 % de los excrementos analizados estaban libres de microplásticos, aunque, debido a la pequeña masa de las mismas, también se determinó que las heces de ambos animales presentan una media de unas 790 partículas antrópicas por kg de excremento seco, lo que pone de manifiesto que estos herbívoros están ingiriendo este tipo de partículas.
Nuevamente, las más recurrentes fueron las fibras (95 %), aunque también aparecieron films y fragmentos. El estudio también reveló que las micropartículas eran mayoritariamente de naturaleza celulósica, aunque también se encontraron partículas de polipropileno y goma EVA.
Repercusión
A lo largo del último año, estos avances se han hecho públicos de manera gradual a través de diferentes vías. Por un lado, se han presentado diversas comunicaciones en congresos. También se ha participado en un taller divulgativo para estudiantes con edades comprendidas entre los 10 y 12 años celebrado en La Plaza del Tranvía de La Cuesta en junio de 2023. Y también se ha realizado un trabajo final en el Máster Universitario en Biodiversidad Terrestre y Conservación en Islas de la Universidad de La Laguna, al que hay que añadir la publicación de los resultados en dos artículos científicos.
Debido al éxito del proyecto y a la importancia de los resultados obtenidos, actualmente se está tramitando su continuación para completar el análisis de microplásticos en los suelos ya recogidos del Parque Nacional y, además, tomar nuevas muestras, tanto de suelo como de agua subterránea, e incluso analizar el aire interior de tubos volcánicos del parque, para lograr un mejor conocimiento de los fenómenos involucrados en la dispersión de la contaminación plástica y determinar el alcance de la misma en un entorno terrestre remoto, protegido y de alto valor ecológico como es el Parque Nacional de El Teide.
