Arranca el proceso presupuestario de 2026 en la Universidad de La Laguna. Hace escasos días, se llevó el documento de directrices a estudio por parte del Consejo Social. Hoy 26 de septiembre lo ha hecho el Claustro Universitario, quien ha respaldado un texto que ahora será trasladado en breve al Consejo de Gobierno.
La gerenta de la institución académica, Lidia Pereira, reconoció en su presentación que la carencia de un instrumento de financiación plurianual dificulta la elaboración del texto presupuestario, pero también indicó que existe la previsión de que pueda acordarse a lo largo de 2026. Por ahora la comunidad autónoma ha planteado un escenario prudente para el próximo ejercicio, atendiendo en primer lugar los ámbitos más sociales, como la sanidad, la vivienda o la educación, relató Pereira.
Aunque la mayor parte del presupuesto está conectado con el gasto de personal, hay otra referida a captaciones de fondos que realiza la universidad a través de diferentes actividades, especialmente de investigación. En ese punto, la gerenta se propuso una mayor cercanía del presupuesto con la propia acción diaria del centro académico.
También señaló que los servicios de Gestión Económica y Financiera, Contratación y Patrimonio y de Asesoría Jurídica deberán incorporar los informes respectivos al texto presupeustario, antes de su aprobación definitiva, que también deberá contar con los informes de impacto de género, impacto ambiental, otro de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera y el de legalidad del documento.
Las líneas de actuación marcadas en estas directrices tienen que ver cinco grandes ámbitos. La primera es la excelencia educativa, atendiendo a la modernización de los títulos, oferta de microcredenciales, innovación, calidad de la docencia y la adecuación de la relación con los centros adscritos. Le sigue el estudiantado, con asuntos como el apoyo a la igualdad de oportunidades, un refuerzo de mayor cercanía a este público, ayudas y alojamiento, servicios de atención y revisión del reglamento de evaluación.
En cuanto a la excelencia investigadora, las líneas de actuación se dirigirán hacia una ciencia para la sociedad, con la implantación de una planificación anual de medidas de apoyo, refuerzo de planes predoctorales y posdoctorales, impulso a la valorización y la transferencia del conocimiento, adecuación del marco normativo y de las condiciones del personal investigador, así como la mejora en los procesos de contratación.
Otro gran apartado tiene que ver con la captación de talento y la gestión del personal, con la adecuación de las plantillas y las convocatorias, la revisión de los procesos de gestión y los baremos, la renovación de la plantilla y la revisión de la regulación interna.
Otra línea de actuación que se reflejará en el presupuesto de 2026 está relacionada con la internacionalización, avanzando en el diseño de titulaciones internacionales, el incremento de las movilidades y el fomento de la participación en la alianza STARS EU. Igualmente, la proyección cultural es otro de los ámbitos importantes que pretende desplegarse en 2026, con mayor visibilidad del patrimonio, mayor impacto en las acciones de extensión universitaria y de los programas de mayores, así como de las cátedras culturales y de empresa.
La sostenibilidad, calidad de vida y bienestar fue otro de los aspectos destacados por Lidia Pereira, con la aceleración de actuaciones medioambientales, dinamización de la vida universitaria y avance en la gestión sostenible. Igualmente figura en las directrices una línea dedicada a la gestión eficaz, eficiencia, dinámica y adaptativa, que contempla la simplificación de procedimientos, una política de gestión de dato único, la puesta en marcha de la contabilidad analítica y las alianzas estratégicas con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, así como el trabajo con perspectiva tecnológica.
La necesidad de autonomía y suficiencia financiera fueron destacados por Pereira, con un impulso a la financiación plurianual y la mayor automatización de los ingresos, al tiempo que reseñó la
puesta en marcha de una metodología de evaluación y seguimiento del presupuesto.
Tras la intervención de la gerenta, los grupos claustrales tuvieron la ocasión de expresar su parecer acerca del documento de directrices. En general, el texto tuvo buena aceptación, si bien algunos grupos claustrales le hicieron ver los inconvenientes que marca la ausencia de una financiación plurianual y la falta de concreción de cómo se van a conseguir algunos objetivos, a lo que Pereira repuso que habrá que esperar a contar con el anteproyecto para abordar las líneas de actuación de forma más concreta.
En otro orden de cosas, el órgano colegiado también dio su visto bueno al cambio de nombre de Facultad de Ciencias de la Salud a Facultad de Medicina, que albergará la titulación con el mismo nombre y el grado de Fisioterapia. La extensión de este nombre en el panorama nacional universitario y el arraigo de la facultad en el entorno isleño son los principales argumentos esgrimidos en la sesión claustral, en la que se aclaró que se mantiene el nombre del Campus de Ciencias de la Salud, donde también figura la Facultad de Enfermería. Será ahora el Consejo de Gobierno quien apruebe esta propuesta definitivamente.


