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La Universidad de La Laguna estudia la relevancia social y económica de las cooperativas

viernes 04 de julio de 2025 - 12:20 GMT+0000

La primera cooperativa del mundo fue creada en 1844, cuando 28 artesanos británicos fundaron la Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale. Este modelo organizativo fructificó y en 1895 se creó la Alianza Cooperativa Internacional (ACI). Por ello, desde 1995, con motivo de su centenario, cada primer sábado de julio se celebra el Día Internacional de las Cooperativas, que en 2025 recae el 5 de julio. Desde la Universidad de La Laguna se promueve su estudio y desarrollo a través de entidades como la Cátedra Cajasiete de Economía Social y Cooperativa y el proyecto Enseñar para emprender.

En opinión de Cándido Román, profesor titular y director de la citada cátedra de la Universidad de La Laguna, “pocas fórmulas empresariales expresan de forma tan esclarecedora una opción de valores como la cooperativa. Como modelo de empresa se caracterizan porque dan prioridad a las personas en términos de valor, más que al capital”. Lejos de ser un modelo marginal, las cooperativas tienen un papel relevante en la economía global. Según el experto, existen más de 300 grandes cooperativas a nivel mundial, que facturan cifras astronómicas y operan como multinacionales, especialmente en países como Canadá o Estados Unidos. En España, el grupo Mondragón es un claro ejemplo del éxito.

En sectores como el agrícola, las cooperativas son indispensables. “Prácticamente todo el sector agrario en España está en manos de cooperativas. La aceituna, las naranjas, el aceite… Sin ellas, casi no podríamos alimentarnos”, resalta. Una característica peculiar es su carácter dual: “Deben ser empresas, tienen que ser eficientes, competir, generar beneficios, pero al mismo tiempo no pueden ignorar la cuestión social”, sostiene Román.

Junto a las cooperativas, en el ámbito agroalimentario existen otras fórmulas como las Sociedades Agrarias de Transformación (SAT), muy presentes en Canarias. En el archipiélago hay unas 380 SAT activas, en comparación con 76 cooperativas. Mientras estas últimas se rigen por principios democráticos como una persona, un voto, en las SAT el voto de cada socio varía según la superficie cultivada o el volumen de producción. Además, las SAT son un modelo más flexible, diseñado para adaptarse a las necesidades específicas del sector agrario tras la entrada en vigor de la Política Agraria Común europea en los años 80.

Sobre la Cátedra Cajasiete de Economía Social y Cooperativa, su director destaca que nació en 2017 con una vocación autonómica y ha promovido congresos, líneas de investigación y la creación de nuevas cooperativas, como Innovación Cívica, que combina diseño, arquitectura y urbanismo participativo.

Además, cuenta con grupos de investigación consolidados en temas como la contabilidad social. Aglutina a más de 40 expertos de disciplinas diversas como economía, derecho, sociología o la ingeniería agrícola, formando un equipo interdisciplinar con impacto institucional relevante. Así, la cátedra colaboró con el Servicio Canario de Empleo en la elaboración de la Ley Canaria de Sociedades Cooperativas de 2022 y la Ley Canaria de Economía Social. Su Consejo Asesor reúne a empresas, cooperativas, SAT, redes educativas y administraciones públicas, entre ellos Coplaca, Global de Gran Canaria, Cofarte, el Cabildo de Tenerife y Cajasiete, cooperativa de crédito que ha apoyado esta iniciativa desde sus inicios.

Uno de los avances más satisfactorios ha sido la integración de la economía social en la formación universitaria. Tras años de trabajo, hoy está presente en asignaturas, másteres, cursos de doctorado y títulos propios. Un ejemplo es el Experto en Gestión de Entidades de Economía Social y Solidaria.

Enseñar para emprender

Otra iniciativa universitaria relacionada con las cooperativas es el programa “Enseñar para emprender” (EPE), creado con el objetivo de impulsar el emprendimiento desde edades tempranas y promover valores como la cooperación. La profesora titular y actual decana de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo Inés Ruiz implementó el modelo cooperativo como metodología en este proyecto impulsado por la Fundación General de la universidad alrededor de 2008-2009. La profesora y su equipo asumieron el servicio de apoyo al emprendimiento y buscaron nuevas formas de abordar la educación emprendedora.

Ruiz adaptó a Canarias un proyecto asturiano liderado por José Manuel Pérez Díaz, conocido como Pericles. Así, EPE introduce a estudiantes de 9 a 12 años en la cultura emprendedora mediante la creación y gestión de cooperativas escolares. Durante un curso, el alumnado trabaja en equipo para idear, desarrollar y vender productos en un mercadillo, asumiendo roles como tesorería o producción. Además, gestionan préstamos simbólicos, permisos municipales y elaboran balances, donando sus beneficios a una ONG, fomentando así la conciencia social.

Más allá de la práctica, EPE ha contribuido durante sus doce ediciones al conocimiento científico, destacando la importancia del apoyo familiar en el emprendimiento juvenil. Aunque solo un 30% de los padres trabajan por cuenta propia, muchos están dispuestos a apoyar a sus hijos e hijas emprendedores, especialmente a medida que crecen.

Ruiz sostiene que las cooperativas son más que herramientas educativas. “Las cooperativas ofrecen una alternativa real al modelo individualista”, afirma. “En lugar de pensar ‘yo tengo el poder porque tengo la información’, debemos compartir y generar valor juntos. Cuando mi entorno mejora, yo también lo hago”, ejemplifica.

(Unidad de Cultura Científica y de la Innovación, Cienci@ULL)


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