La proximidad de Canarias con África es más que geográfica, con siglos de historia de vinculación social, económica, medioambiental, cultural y científica. Esta última faceta es palpable a través de la investigación y divulgación que se lleva a cabo en el Centro de Estudios Africanos de la Universidad de La Laguna, que ha organizado una nueva edición del Día de África. La cita anual, que se ha consolidado como un espacio de diálogo, reflexión y convivencia entre culturas, se desarrolló durante toda la jornada de ayer, 28 de mayo, de 10:00 a 19:00 horas en el Campus de Guajara.
Uno de los actos más simbólicos del día fue la inauguración del memorial “Ruta Canaria de Migración” frente al edificio de la Biblioteca General y de Humanidades, justo en el lugar donde hace más de un año un acto vandálico destruyó en un incendio la patera que estaba expuesta en ese espacio público. Este nuevo monumento, un monolito recubierto de vinilo con fotografías de la patera antes y después de haber sido quemada, sirve como emblema de la resiliencia y las historias de quienes han emprendido la ruta migratoria canaria.
En la inauguración, junto a decenas de jóvenes migrantes del campamento de Las Raíces, participaron el rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García; el decano de la Facultad de Humanidades, Javier Medina; y el director del Centor de Estudios Africanos, Víctor Martín, quien agradeció el compromiso personal del rector para que este monumento se materializase. “Hoy le queremos decir a los autores que, si cien veces la queman, cien veces la volveremos a levantar de nuevo”, reclamó Martín. Las intervenciones fueron traducidas al francés, wolof, bambara y pular por jóvenes de “La Escuelita” del campamento de Las Raíces, un proyecto educativo para los jóvenes migrantes que se desarrolla con el apoyo de la ONG “Aquí estamos migrando”.
“El Día de África es nuestro día, porque nos sentimos parte de este continente, de la misma realidad no solo desde el punto de vista geográfico”, señaló el rector. “Este encuentro que vemos aquí hoy es lo que realmente somos, una sociedad acogedora, integradora, tolerante, que defiende la paz, el diálogo, el entendimiento con todas las culturas”. García puso el énfasis en que esa es la imagen real de la institución académica pública y de la sociedad canaria, y no la que traslada la destrucción de la patera. Reconoció también la importante labor del Centro de Estudios Africanos y de iniciativas como el Proyecto Informa, “La Escuelita”, con sus clases de español realizadas por profesorado voluntario en la Universidad de La Laguna, y el Observatorio de Inmigración de Tenerife (OBITen) que dirige el profesor de Geografía Vicente Zapata.
Por su parte, Javier Medina resaltó el honor de poder recibir en la Facultad de Humanidades a los jóvenes migrantes, y agradeció a Francisco García y Víctor Martín por abrir las puertas de la universidad, esperando que se genere “un vínculo por un mundo mejor” con África.
El acto finalizó con un minuto de silencio en recuerdo de las personas que han perdido la vida en su trayecto migratorio, justo tras conocerse la trágica noticia del volcado de un cayuco en el Puerto de La Restinga (El Huierro) esa misma mañana, en el que han fallecido cuatro mujeres y tres niñas. Para cerrar ese momento de unión, el joven migrante Abdulay entonó una canción en homenaje a la migración y África, un rap escrito de su puño y letra en francés y pular.
Tras esta inauguración, se celebró el encuentro “Ubuntu”, un espacio abierto de diálogo y reflexión sobre comunidad y solidaridad. La mañana culminó con un almuerzo con comida africana en la Plaza del Edificio de Filología, donde se pudo degustar de una selección de platos típicos africanos.
Mujer y África
La jornada había arrancado con el Encuentro sobre Mujer y África, en el Espacio de Igualdad de la Biblioteca General y de Humanidades, en cuya organización colaboraron el Vicerrectorado de Internacionalización y Cooperación y el Servicio de Biblioteca. Bajo el lema “Ciudadanas de un lugar llamado mundo”, esta mesa diálogo entre mujeres de origen africano abordó asuntos como la identidad, la migración, el feminismo y la resiliencia.
Introdujo la conversación el director del Centro de Estudios Africanos, Víctor Martín, quien destacó el papel fundamental de las universidades, con la aportación de este centro especializado, y definió la jornada como una celebración anual “de la diversidad y la convivencia, fundamentalmente, así como del conocimiento y la unidad de los pueblos africanos”. Le acompañó Fátima Sainz, coordinadora de la sección de Humanidades y Arte del Servicio de Biblioteca de la institución académica.
Tania Expósito, estudiante de Antropología Social y Cultural, fue la moderadora de una mesa en la que intervinieron Dunia Zarioh, estudiante de Trabajo Social; Basmala Morabet, estudiante de Derecho, al igual que Danise Moura; y Mary Sylva, emigrante, traductora y colaboradora del Centro de Estudios Africanos.
Tanto Basmala Morabet como Dunia Zarioh remarcaron que ambas se sienten plenamente canarias y marroquíes, aunque han tenido que pasar por dificultades para construir su identidad, por ser ciudadanas de ambos lugares. En Tenerife, sus vidas fueron atravesadas por prejuicios y rechazo contra su hijab, incluyendo acoso escolar. Cada vez que visitan a sus familias en Marruecos, tampoco se sienten plenamente incluidas por su forma de pensar y vivir más europea. Hoy abrazan la riqueza de la diversidad cultural de donde han crecido, Tenerife, y la que ha llegado a través de sus padres en casa, procedentes del Rif en el caso de Morabet y con madre del Rif y padre melillense, en el de Zarioh.
La historia de la caboverdiana Denise Moura difiere de la de sus compañeras. Nacida en Rusia, de madre caboverdiana y padre angoleño, llegó a la isla quince años atrás, con 19 años, para estudiar. Poco después, su vida se truncó durante ocho años en los que vivió en una situación irregular porque tuvo que abandonar los estudios cuando su padre perdió el trabajo. Por ello, Moura no se reconoce como ciudadana de ningún lugar y afirma que, siendo mujer y migrante, ha partido aún con mayor desventaja.
“Los intentos para regularizarme fueron infinitos y frustrantes, llegué a decir en la oficina de Extranjería que no sabía qué más hacer para regularizarme, ya que no podía estudiar, ni trabajar, ni tenía derecho a atención sanitaria, rezaba por no enfermarme tanto como para que me hospitalizaran”, confesó Moura. Cuando ya se pudo regularizar, recuerda que lo primero que hizo fue llamar a la Facultad de Derecho para preguntar cómo poder retomar sus estudios.
Mary Sylva vino a Tenerife desde Gambia con 21 años. Habló de cómo ha sido una madre muy joven, criando la mayor parte del tiempo sola a sus tres hijos, quienes nacieron en la isla, como Basmala Morabet. Reconoció que tuvo que dejar atrás a su familia y sus sueños para construir los de sus hijos. “Ellos son los que me dan fuerza, lo que yo no he podido tener, lo quiero para ellos, e intento que ellos no sufran como he sufrido yo”, reveló, al mismo tiempo que recalcó la importancia de educación firme en casa para construir una mejor sociedad.
A pesar de las dificultades, estas cuatro mujeres hablaron de la resiliencia, de cómo su fortaleza e instinto de supervivencia les llevó a madurar y llegar hasta donde están hoy, haciendo cumplir sus sueños y los de su familia. Todas agradecen mucho en el presente el ejemplo que tomaron de sus padres, especialmente, de sus madres, quienes desempeñaron el rol de cuidadoras en su infancia y adolescencia. Cerrando la conversación, con la intervención del público, reflexionaron sobre cómo ellas y otras mujeres de su generación están cambiando las culturas de los países africanos, pudiendo ser hoy más libres e independientes de lo que lo fueron las mujeres antecesoras. Reconocen que ahora muchas mujeres estudian en la universidad gracias también al apoyo de sus madres y abuelas.
Sesión de tarde
La programación continuó por la tarde a las 16:00 horas con la sesión académica “Secretos de África” en la Sala de Audiovisuales del edificio departamental de Filología, que abordó el pasado y presente de la esclavitud africana en Canarias, ofreciendo una mirada a la África desconocida.
Esta sesión contó con la ponencia inaugural del historiador y exrector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Manuel Lobo Cabrera, titulada “La esclavitud en Canarias”. Estuvo compuesta por cuatro comunicaciones cortas sobre diferentes asuntos: “Canarias como frontera imperial europea en el noroccidente africano”, por Roberto Gil Hernández; “Los símbolos Adinkra: mensajes en silencio”, por Violeta Jojo Verge; “Migraciones, economía y posibles ‘errores’ de percepción”, por Francisco José Ledesma Rodríguez; y “¿Asesinados por pensar y practicar la lucha contra el imperialismo y la semifeudalidad? Mondlane, Machel, Cabral, Lumumba, Ben Barca, Fanon, Cubillo”, por Víctor Onésimo Martín Martín.
De forma paralela, en el exterior frente a la Biblioteca Central, se impartió un taller de lenguas africanas para acercar al público a la riqueza lingüística del continente vecino. La jornada culminó de 18:00 a 19:00 con una conmemoración festiva del Día de África, donde la música y el baile africanos invitaron a todas las personas asistentes a participar y celebrar la diversidad cultural en un ambiente festivo y de inclusión.