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Una tesis de la ULL analiza la posverdad como un problema de confianza en la sociedad digital

lunes 22 de septiembre de 2025 - 10:37 GMT+0000

El Edificio Departamental de Filosofía ha acogido recientemente la defensa de la tesis doctoral “Interacción lingüística y constitución de la objetividad: la verdad como trasfondo del discurso, presentada por Pablo Vera Vega dentro del Programa de Doctorado en Filosofía de la Universidad de La Laguna. El trabajo, dirigido por los profesores Antonio Manuel Liz Gutiérrez y Andrés Luis Jaume Rodríguez, se defendió en la modalidad de Doctorado Internacional. El tribunal participaron Margarita Vázquez Campos, como presidenta y Lilian Bermejo Luque, secretaria.

El estudio analiza el fenómeno de la posverdad, un concepto de plena actualidad que suele asociarse a la política y a las redes sociales, pero que se interpreta aquí como una actitud cotidiana: la despreocupación por la verdad. Esta idea, inspirada en la noción de bullshit o charlatanería formulada por Harry Frankfurt, marca la diferencia con la mentira. Mientras que quien miente necesita conocer la realidad para falsearla, el charlatán puede prescindir de ella y generar discursos vacíos que disimulan su indiferencia.

Un momento de su defensa.

La elección del tema respondió al interés por la ética de la verdad y a la preocupación por la desinformación, muy presente durante la pandemia de 2020, cuando este estudiante comenzó el doctorado. El proyecto inicial se centraba en la teoría davidsoniana de la triangulación, con la hipótesis de que la posverdad era fruto de sesgos emocionales que frustraban el conocimiento compartido. Con el giro hacia Frankfurt, la hipótesis se reformuló: más que de frustración, la posverdad nace de la desatención hacia la verdad y se sostiene en dinámicas de confianza.

Este enfoque permite comprender fenómenos como la desinformación, las fake news o las cámaras de eco, que solo funcionan porque quienes participan en ellos depositan su confianza en esos discursos. Así, la tesis plantea que la posverdad es, en última instancia, un problema de confianzas mal depositadas o defraudadas, lo que lleva a hablar de una “metafísica de lo social”, en la que la confianza se convierte en condición imprescindible para la vida en común.

El trabajo desarrolla su análisis en tres planos. En el pragmático, la bullshit se entiende como frustración de expectativas comunicativas; en el epistemológico, como una “infelicidad epistémica” que no alcanza los fines de un proceso de conocimiento; y en el estético, como un fenómeno apariencial que no siempre es burdo, pudiendo expresarse en formas hiperbólicas cercanas a lo camp.

Durante la defensa también se explicó que el sujeto posverdadero se caracteriza por su voluntad de creer y por el autoengaño: selecciona las evidencias que le convienen y sustituye el diálogo por la mera aquiescencia. La desinformación se redefine no tanto en términos de falsedad, sino como ruido masificado que erosiona valores y creencias. Y las burbujas epistémicas, que pueden ser compatibles con la búsqueda de la verdad, muestran su vertiente más dañina en las cámaras de eco, donde se bloquea deliberadamente el acceso a otras perspectivas. Frente a las interpretaciones que vinculan la posverdad al relativismo, se concluye que lo decisivo no es relativizar la verdad, sino despreocuparse de los valores que sostienen la objetividad.

Otro punto destacado es el análisis del ecosistema disposicional de la confianza, donde aparecen la desconfianza y la sospecha. La primera se perfila como actitud gradual y compatible con la

La presidenta del tribunal, en el uso de la palabra.

confianza, pero que atribuye mala fe al otro. De la combinación entre ambas surge la sospecha, clave para explicar cómo la charlatanería nace de confianzas frustradas.

La investigación concluye con una reflexión sobre la figura del experto en la era digital, donde proliferan pseudoespecialistas capaces de opinar de todo sin auténtica pericia. Esa falsa versatilidad, que se presenta como virtud, constituye en realidad una de las marcas más claras de la charlatanería contemporánea.

Con todo ello, la tesis amplía la definición de bullshit, desligándola de la verdad para aplicarla también a discursos que desatienden valores como la autenticidad, la racionalidad o el orden. Además, ofrece un marco renovado para comprender la confianza, la desconfianza y la sospecha como actitudes fundamentales de la vida social, aportando nuevas claves en Filosofía del Lenguaje y Epistemología Social. En palabras del propio autor, “la confianza, la desconfianza o la sospecha no son meros estados psicológicos, sino condiciones que determinan cómo nos relacionamos, cómo comunicamos y cómo estructuramos la vida colectiva”.


Archivado en: Destacado, Doctorado en Filosofía, Doctorados, Escuela de Doctorado y Estudios de Posgrado, Investigación, Portada ULL