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Valencia presenta el estudio de riesgos de enfermedades infecciosas después de la DANA con el apoyo de la ULL

miércoles 09 de julio de 2025 - 13:41 GMT+0000

Los integrantes del laboratorio del instituto de la ULL durante su estancia en este congreso internacional.

Los catedráticos Santiago Mas-Coma, María Dolores Bargues y Consuelo Borrás, de la Universidad de Valencia, han presentado hoy en una rueda de prensa los resultados obtenidos sobre los agentes infecciosos, los riesgos de infección individual y de epidemias en la zona afectada por la DANA, en cuyo trabaj0 también han participado investigadores del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, adscrito a la Universidad de La Laguna.

La inmensa inundación causada por la DANA ocurrida en Valencia el 29 de octubre de 2024 supuso una devastación, efectos catastróficos y un potencial impacto sobre la salud sin precedentes. El equipo de investigación lanzó una iniciativa para evaluar los riesgos de infecciones individuales y epidemias en la amplia zona afectada. Este trabajo ha estado liderado desde sus inicios por la Unidad de Parasitología Sanitaria de la Universidad de Valencia, reconocida internacionalmente como centro colaborador oficial de la Organización Mundial de la Salud y centro de referencia mundial de la FAO/Naciones Unidas. «La complejidad de los agentes infecciosos abordados exigía una visión multimedia disciplinaria, por lo que se impulsó a esta iniciativa. Así, nuestra Unidad está coordinando un esfuerzo conjunto con otros grupos de expertos”, explica María Dolores Bargues . El estudio ha contado con la colaboración del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, liderado por Jacob Lorenzo-Morales, y el grupo MiniAging del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, a cargo Consuelo Borrás. Además, varios equipos de otros centros españoles están colaborando actualmente en investigaciones en la zona afectada que darán lugar a resultados que serán publicados en los próximos meses.

El experto de la Organización Mundial de Salud Santiago Mas-Coma describió cómo se efectuó la búsqueda de agentes infecciosos en muestras ambientales de aguas, lodos y suelos de las áreas inundadas, que fueron recolectadas durante las tres primeras semanas después del día del desastre. La evolución del escenario total fue analizada cubriendo los días previos a la catástrofe, el día de la gota fría y también en las semanas siguientes. La totalidad de la geografía afectada fue mapeada para discernir las trayectorias seguidas por las corrientes de aguas y lodos, así como las circunstancias multidisciplinares confluentes en relación con riesgos de infección a corto, medio y largo plazo.

Los análisis y prospecciones desarrolladas permitieron distinguir una especie de damero 4×4, que incluye cuatro camas independientes que comprenden ríos o barrancos. Cada uno de estos ríos o barrancos incluye, a su vez, cuatro tipos diferentes de áreas, que son, desde el interior hasta el mar, unas primeras áreas silvestres, seguidas de unas áreas rurales con campos agrícolas y granjas de animales, después las áreas urbanas y, finalmente, la extensa zona del lago del Albo la ulterior franja recreacional y ecológica entre el lago y las playas. Mas-Coma explicó que para facilitar el seguimiento del estudio en cuestión, se ha elaborado un esquema ilustrativo sobre cómo se han desplegado los procedimientos analíticos. «Las prospecciones efectuadas permitieron el hallazgo de una gran diversidad de agentes infecciosos. En las muestras ambientales se detectaron virus, bacterias, protozoos parásitos, amebas oportunistas de vida libre y helmintos, así como también grupos de vectores de diversas enfermedades infecciosas como mosquitos, flebótomos (mosca arenera) y moluscos de agua dulce”.

El trabajo del instituto de investigación de la Universidad de La Laguna se centró en el análisis de muestras de lodos y aguas recogidas en las áreas afectadas, con el objetivo de detectar la presencia de potenciales organismos patógenos que puedan incidir en la salud humana. Esta colaboración se produjo desde los primeros momentos de la emergencia, puesto que tanto el centro valenciano como el tinerfeño ya tiene una trayectoria común de colaboración al ser ambos integrantes del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Infecciosas (Ciber INFEC), junto a otros organismos como el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, que también está colaborando en esta tarea.

En el artículo se resumen las características de transmisión de la enfermedad que causan fuentes o vías para la infección humana, así como la patogenicidad de cada uno de los agentes infecciosos detectados. Se analizaron las enfermedades de transmisión vectorial potencialmente emergentes y se comprobó que los microorganismos detectados varían en el tipo de transmisión (de directa a zoonótica), en las vías de infección (de oral hace transcutánea o a través de heridas), en los ciclos biológicos (de cortos a largos) y en la transmisión (de permanente). La contaminación fecal mostró tasas elevadas, procedentes de fuentes humanas o animales, con reservorios potenciales como ovejas, cabras, cerdos, équidos, perros y gatos. Cabe destacar que todos los microorganismos detectados tienen la capacidad de ser patógenos para los humanos, con mayor o menor patogenicidad dependiendo del agente de que se trate.

Consuelo Borrás, por su parte, se refirió al contenido trascendental de la iniciativa, que se corresponde con el impacto de la gota fría en las personas de mayor edad. Las repercusiones de la catástrofe sobre este grupo más vulnerable de la población afectada han sido enormes, tanto a nivel personal y familiar como económica, psicológica y anímicamente. Muchas de las personas vivían en las plantas bajas de las calles céntricas de las poblaciones inundadas, donde los destrozos y pérdidas fueron mayores. Esta iniciativa también comprende un estudio experimental para analizar cómo los agentes patógenos detectados pueden llegar a afectar a personas de mayor edad.

El hecho de que la zona inundada sea muy amplia requiere un análisis multidisciplinar del tipo ‘Una salud’.  «Existen muchas lecciones que deben ser aprendidas tanto por los profesionales de las disciplinas involucradas como por los responsables de los organismos gubernamentales», argumentaron los expertos. La gran heterogeneidad, la complejidad y las enormes consecuencias en salud del desastre han sido analizadas, de forma exhaustiva, con el fin de confeccionar un modelo de base de partida extrapolable que puede ser de utilidad para enfrentarse a acontecimientos climáticos catastróficos similares en el futuro, particularmente aquellos que hay que esperar que puedan suceder tanto en el Mediterráneo como en otros sitios.

Santiago Mas-Coma finalizó resaltando que es importante tener en cuenta los estudios efectuados en catástrofes hídricas acaecidas en otros países o continentes, que han demostrado que los mayores riesgos de aparición de infecciones individuales y de brotes infecciosos o epidemias no es a corto plazo, es decir, en los meses subsiguientes a la semana. Por eso consideró que la programación de prospecciones en la zona afectada sea también a largo plazo, «como mínimo a lo largo de tres años”, dijo.

El estudio ha contado con la financiación de la Universidad de Valencia, concretamente del Vicerrectorado de Investigación, la red CIBER de Enfermedades Infecciosas del Ministerio de Sanidad, de la que participan cinco grupos bajo la coordinación del equipo liderado por la catedrática María Dolores Bargues, un proyecto PROMETEO de la Generalitat Valenciana, además de otras fuentes de financiación, como el Cabildo Insular de Tenerife.

(Información de la Universidad de Valencia, con contenido propio de La Laguna).


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