Rebeca Baz Dávila, subdirectora de la Oficina de Transferencia del Conocimiento, dependiente del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia de la Universidad de La Laguna, ha obtenido la acreditación RTTP (Registered Technology Transfer Professional). La RTTP está promovida por la Alliance of Technology Transfer Professionals (ATTP), con el objetivo de certificar la capacidad de los profesionales encargados de tareas clave en la transferencia de tecnología.
Con este reconocimiento, se convierte en la primera profesional de las universidades canarias en recibir esta certificación internacional, que acredita la competencia y experiencia de los expertos en el ámbito de la transferencia de conocimiento y tecnología.
La acreditación valora especialmente competencias como la gestión y dirección de proyectos, el desarrollo de conocimientos legales y técnicos, el liderazgo emprendedor, y una visión estratégica y de negocio. En el caso de Rebeca Baz Dávila, que también actúa como coordinadora del Área de Valorización, Convenios y Contratos de la Oficina de Transferencia del Conocimiento, su trayectoria profesional en dicho servicio ha sido clave para obtener esta distinción.
Entre estas tareas que se llevan a cabo desde esta oficina se incluye la protección de la propiedad industrial e intelectual de los resultados de investigación, así como la creación de vínculos de colaboración entre la investigación universitaria y el entorno socioeconómico y empresarial, con el fin último de impulsar la transferencia de tecnología en la Universidad de La Laguna.
La implantación de la acreditación RTTP busca reforzar el reconocimiento de la transferencia de tecnología en España y su proyección internacional. Con esta iniciativa, la alianza aspira a desarrollar y mantener altos estándares profesionales en este ámbito, destacando el papel fundamental de las Oficinas de Transferencia del Conocimiento de universidades y centros de investigación.
Estas oficinas, reconocidas por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, son agentes clave en la conexión entre el conocimiento generado en las instituciones académicas y el sector productivo, y desempeñan un papel esencial en el fortalecimiento de la capacidad innovadora del país.

