El/la conservador/a-restaurador/a es un profesional que debe tener la formación, los conocimientos, las aptitudes, la experiencia y las facultades de comprensión para llevar a cabo el objetivo de preservar los bienes culturales para el futuro, según las directrices marcadas por su código de ética profesional.
Por ello, la enseñanza de la conservación-restauración debe fundamentarse en las normas éticas más elevadas de la profesión que tiene por objetivo el respeto del carácter original del bien cultural y de sus valores históricos, estéticos y documentales, así como, de su integridad material.
La formación del/la Conservador/a-Restaurador/a debe tener como objetivo último el desarrollo de profesionales altamente competentes, cualificados y capacitados para realizar de manera reflexiva las intervenciones extremadamente complejas de conservación-restauración, documentarlas a fondo, con la finalidad de que el trabajo y los datos registrados contribuyan, no sólo a la preservación, sino también a una más profunda comprensión de los acontecimientos históricos y artísticos relativos a los objetos en proceso de tratamiento.