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Alumnado hospitalario: de estudiantes a anfitriones

viernes 24 de abril de 2020 - 13:13 GMT+0000

AEGEE

Si se consulta la definición del término hospitality en el Oxford English Dictionary nos encontramos con que es “la amable y generosa recepción y entretenimiento de los huéspedes, visitantes o extranjeros”. La Real Academia Española (RAE), sin embargo, alude en una de sus tres acepciones a la “buena acogida o recibimiento que se hace a los extranjeros visitantes”.

Lo que es indudable es que en ambas definiciones, la hospitalidad se ejerce con personas de otros países, con visitantes, como el estudiantado extranjero que cada año llega a las aulas de las universidades españolas. La Universidad de La Laguna ha acogido durante este curso 2019/2020 a 350 estudiantes del programa de intercambio Erasmus+ procedentes de Eslovaquia, Francia, Alemania, Grecia, Italia o Polonia, entre otros países.

Muchos de los que llegaron en el primer cuatrimestre ya se marcharon. Otros (alrededor de 90) se quedaron y el resto, un total de 70, vino a comienzos de febrero para realizar una estancia durante el segundo cuatrimestre. Es obvio que estas experiencias marcan un antes y un después en sus vidas. Aunque se trata de un intercambio cultural tremendamente enriquecedor e ilusionante, supone dejar sus casas para irse a un país extraño, con otras costumbres y otros compañeros.

En este giro de 180º que dan a sus vidas surgen muchas dudas. “Nos preguntan dónde pueden buscar piso o residencia, cómo sacarse el padrón municipal o dónde obtener el bono del tranvía” para ir a la facultad. Y quien lo cuenta, sabe bien de lo que habla. Clementina Pinzón Rodríguez estudia Relaciones Laborales en la Universidad de La Laguna y es presidenta de AEGEE, una asociación juvenil europea sin ánimo de lucro y con sede en Tenerife, que busca fomentar la participación e integración de los jóvenes universitarios y estrechar vínculos entre países.

La Association des États Généraux des Étudiants de l’Europe (AEGEE), también conocida como Foro de Estudiantes Europeos, acumula 35 años de existencia y aglutina a 17.000 estudiantes de cientos de universidades de 40 países europeos. En Tenerife llevaba varios años de andadura pero tuvo que echar el cierre en 2010 por falta de socios. Ahora, años después, las cosas han cambiado y sus 30 miembros, todos voluntarios, confían en que comience una nueva era.

Nueva etapa, nuevos planes

Llegan aires renovados para este colectivo, sobre todo después de la constitución de su nueva junta directiva, elegida recientemente y ratificada de manera virtual hace solo unos días debido al estado de alarma decretado para frenar el avance del coronavirus (Covid-19). “Lo que sería estupendo es que el alumnado nos viese y se animase, que se involucrase y no ciñera su vida universitaria a ir de casa a la facultad y viceversa”, dice la presidenta de AEGEE.

Ella se animó cuando en 2018 llegó a Tenerife procedente de Venezuela junto a su hermana, Constanza Pinzón, responsable de Recursos Humanos de la asociación y estudiante del Grado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales, y vio un correo masivo de la Universidad de La Laguna en el que se solicitaba voluntariado para recibir a los estudiantes erasmus. No lo dudó. Cuando acabó el cuatrimestre, Clementina y su hermana ya eran socias.

Junto a ellas, otras cuatro personas componen la junta directiva: Dácil Danioko Padilla, la vicepresidenta, estudia un máster de psicología forense en Holanda; Héctor Manuel Figueras Hernández, el tesorero, cursa cuarto año de Ingeniería Informática; Abril Martina Morales Sánchez, la ‘community manager’ y RRPP, está estudiando Antropología Social y Cultural y Víctor García Seoane, alumno del  Máster en Innovación en Diseño para el Sector Turístico, también de la Universidad de La Laguna, es el diseñador corporativo.

El equipo al completo lleva las riendas de la asociación en Tenerife con cometidos claros y un objetivo común: sumar asociados, no solo para seguir desarrollando las actividades de verano, los cursos de idiomas, los talleres locales o las excursiones en la isla o en Gran Canaria, con sus colegas de AEGEE Las Palmas. Sumar socios es primordial para poder acoger y ayudar al estudiantado que cada año llega en programas de intercambio.

Buenos padrinos y mejores amigos

En definitiva, se trata de seguir el Buddy Program y convertirse en un ‘local buddy’ o, lo que es lo mismo, en un padrino o mentor. Un apoyo que servirá de guía y respaldo a los estudiantes de fuera que se incorporen a la Universidad de La Laguna. Algo que se hace “tan de corazón” que acaba convirtiéndose en lo mejor de ser un miembro AEGEE.

“Yo estoy ‘superfeliz’ con el programa de apadrinamiento. Cuando se lo explicas a la gente, te das cuenta de que te aportan más los estudiantes a ti que tú a ellos”, dice Clementina, que conoció realmente bien Tenerife, sus paisajes, rincones y playas cuando enseñaba la isla a sus ‘protegidos y protegidas’. Esa sensación de recibir más que de dar la tienen todos los componentes de la junta.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de estudiantes llega a Tenerife dos semanas antes de que empiecen las clases. “Desconocen todo, no saben ni decir ‘hola’ y se encuentran con que necesitan múltiples documentos, entre el permiso de residencia y los que les exige la universidad, para poder figurar en su base de datos”. Entonces, no hay nada mejor que la bienvenida que le brindan sus padrinos y madrinas de la Universidad de La Laguna.

Es cierto que en España hay numerosas plataformas ‘online’ que ayudan a los estudiantes extranjeros en la búsqueda de una vivienda. Existen iniciativas privadas e institucionales, sin olvidar, por supuesto, la opción de recurrir a los habituales carteles que se cuelgan en las facultades anunciando que hay habitaciones libres o algún piso en alquiler.

Pero AEGEE va un paso más allá. Su plus es tender a los recién llegados una mano amiga que los acoge y acompaña durante todo el cuatrimestre. “Se envía un correo masivo al alumnado entrante y al de la Universidad de La Laguna, y luego tratamos de emparejarlos según lo que estén haciendo y en qué idioma se podrían comunicar unos con otros”, comentan desde la asociación.

“Cada uno  de nosotros hace lo que le gusta hacer”. Es algo tan “espontáneo y natural” que muchas veces lleva a los asociados a tener varios apadrinados a la vez. De hecho, casi todos los miembros de la junta tienen o han tenido varios estudiantes extranjeros a su cargo, procedentes de Polonia, Alemania, Italia, Austria… Víctor, que trabaja actualmente en el nuevo logo de la sede y en la confección de camisetas promocionales, apunta que “es una experiencia enriquecedora que no tiene precio”.

Y Héctor, el responsable de las cuentas, tiene tres estudiantes apadrinados este cuatrimestre. “Es una experiencia muy positiva y gratificante porque estás ayudando a alguien, incluso antes de llegar. Les ayudo a buscar piso según su campus, les explico cómo llegar al supermercado o cómo coger el transporte público. Además, hacemos actividades conjuntas durante toda su estancia, principalmente visitas a lugares turísticos y a otros que no lo son tanto”.

Todos destacan algo positivo del Buddy Program. Abril, que también tiene apadrinados a cuatro estudiantes, está encantada de conocer a personas procedentes de países con distintas culturas porque le permite sumar más bagaje a sus estudios de antropología y asomarse a “distintas visiones de las poblaciones” del mundo. Una mirada precisa y cercana a la multiculturalidad.

A la nueva presidenta y a la secretaria, Clementina y Constanza Pinzón, no se les escapa una cuestión. Y es que Cupido dispara a menudo sus flechas entre los recién llegados. “Tenemos que decirlo. Con el programa de apadrinamiento la gente se enamora, y muchísimo. Nosotros los emparejamos para que la integración y la convivencia les resulte más llevadera, pero al final, sí que han salido parejas de verdad”.

Funcionamiento y aportaciones

Cada integrante de AEGEE Tenerife paga una cuota de 20 euros anuales, muy poco dinero si se tiene en cuenta que la asociación no percibe ingresos, salvo cuando organiza eventos de más envergadura. Entonces la sede central europea los financia, aunque en España no “hay papás y mamás» dicen en la asociación «que pongan dinero, como en otras universidades europeas”. Por eso, en la sede tinerfeña confían en que la vicerrectora de Proyección, Internacionalización y Cooperación, Lidia Cabrera, los ayude a impulsar sus nuevos proyectos.

Actualmente su centro de operaciones está situado en el edificio de Servicios de Alumnado Universidad de La Laguna CajaCanarias del Campus de Anchieta. Allí es donde suelen celebrar sus reuniones y planifican su programación anual, en la que una de las actividades estrella es la Summer University. Como su nombre indica, se celebra en verano en cualquier ciudad europea donde haya sede, y es la bomba.

“La asociación abarca múltiples sedes, pero las que tienen un buen colectivo de socios se organizan y planean una Summer University que dura entre una y dos semanas”. Elegir es fácil. Solo hay que decidir a qué universidad se quiere ir y ver qué actividades ofrece. En verano, los miembros de AEGEE se triplican. Nadie quiere renunciar a disfrutar de encuentros universitarios, intercambios culturales y, por supuesto, mucha diversión. Y todo eso por unos pocos euros.

El año pasado algunos socios estuvieron en Italia, en “sitios increíbles”. Durante dos semanas recorrieron ocho ciudades distintas. Se hospedaron en albergues, en gimnasios, en locales cedidos. Al ser una asociación que se basa mucho en el voluntariado poseen convenios de colaboración con bastantes instituciones. “Vas a los viajes sin conocer a nadie y terminas teniendo un grupo de buenos amigos”, dice la presidenta tinerfeña.

El coronavirus ha truncado los planes de AEGEE para este verano, que eran muchos. Sobre todo porque dos de los países en los que más se organizan eventos son Italia y España, sin olvidar el buen nombre que se ha ganado la República de Serbia con su Crazy Summer Dance y las actividades organizadas para julio en Budapest (Hungría), un destino sobre el que la mayoría ya había puesto sus expectativas.

En Tenerife aún no han tenido su propia Summer University, pero organizaron en noviembre del año pasado un encuentro sostenible en la playa de La Tejita (El Médano), en el que se reunieron casi 50 personas. La Universidad de La Laguna puso a su disposición una guagua, el Ayuntamiento de Granadilla de Abona colaboró con el alojamiento y firmas como Tirma, Libbys o Dorada les regalaron productos.

Tampoco ha sido posible el encuentro que tenían planeado en Maspalomas con los chicos y chicas AEGEE de Gran Canaria, con los que mantienen una excelente relación. En cuanto puedan, comenta Clementina Pinzón, les devolverán la visita que les hicieron en los pasados carnavales, cuando no había visos de que la pandemia trastocase sus planes y los de todo el planeta. Hasta entonces, hay que seguir confinados, pero eso sí, ejerciendo de padrinos y sumando amigos.

Gabinete de Comunicación


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