La Universidad de Otoño de La Palma llegó a su fin el viernes 12 de diciembre con la conferencia Con algoritmos y a lo loco de la profesora universitaria y divulgadora de matemáticas Clara Grima. Con ella, la ponente definió este concepto que se ha “demonizado” cada vez más en los últimos años y marcó un recorrido histórico de las figuras más representativas del ámbito, recogidas en su último libro, con título homónimo. El espacio elegido para el acto fue el emblemático Palacio Salazar, que data de la primera mitad del siglo XVII.
Jesús María Armas, consejera de Cultura y Educación del Cabildo de La Palma, introdujo la clausura, de la que destacó el éxito en la organización y participación, agradeciendo el trabajo previo del anterior consejero del área, Pablo Díaz, el vicerrectorado de Cultura y Extensión Universitaria de la ULL que lidera Isabel León Pérez, junto al director de secretariado del Extensión Universitaria, Abel López, y la gestión realizada a través de la Fundación General del centro académico, que dirige Julio Brito. “Clara Grima pone el broche de oro de esta última edición, siendo un ejemplo de la calidad y el cariño que se le ha puesto a estos cursos para adaptar la oferta a la población palmera”, concluyó la consejera insular, añadiendo que ya se está trabajando en la siguiente convocatoria.
Fruto del compromiso compartido entre la Universidad y el Cabildo de La Palma, Isabel León reivindicó la labor común de servicio a la ciudadanía, a la que se deben como instituciones públicas: “hemos de ser útiles y de estar allí donde se nos necesita y donde la formación es quizás la herramienta transformadora más poderosa y debe estar en todas partes”. Terminó dedicando unas palabras a la divulgadora científica, subrayando la necesidad de “descubrir la belleza espectacular que encierran las matemáticas sin la cual no deberíamos poder vivir”.

(De izq. a der.) Julio Brito, gerente de la Fundación General de la ULL; Isabel León, vicerrectora de Culta y Extensión Universitaria de la ULL; Jesús María Armas, consejera de Cultura y Educación del Cabildo de La Palma; y Clara Grima, conferenciante.
Julio Brito remarcó el apoyo de la institución insular “que siempre muestra ese afecto para que la Universidad de La Laguna se haga presente aquí, igual que mucha población palmera se hace presente en nuestra Universidad durante su etapa de juventud”. La charla la consideró una cita a la que no podía faltar y que iba a disfrutar mucho al ser Grima una experta de su espacio de conocimiento, las matemáticas.
Abel López elaboró una semblanza de la conferenciante quien, como titular de la Universidad de Sevilla, es una de las personas más relevantes de divulgación científica a nivel nacional, centrada en las matemáticas. “Una disciplina que más que nunca hace falta hacer comprensible y accesible a la ciudadanía, siendo Grima Premio Nacional de Divulgación, con una trayectoria investigadora muy destacable”, resaltó el director académico. También señaló que ha publicado numerosos libros, el último de los cuales, Con algoritmos y a lo loco, vertebró la ponencia, y reconoció con gratitud que la protagonista del acto haya “apostado desde el minuto uno por venir a la Universidad de Otoño de La Palma”, concluyó.
Clara Grima agradeció la invitación, siendo su primera vez en La Palma, de la cual le había sorprendido gratamente su capital. Galardonada en 2024 con la Medalla de la Real Sociedad Matemática Española (RSME) por sus contribuciones significativas en esta ciencia, la profesora universitaria lamentó que “la palabra algoritmo sea hoy sinónimo de todo lo malo, los algoritmos no son ni malos ni buenos”. Inició su exposición en clave de humor, proyectando citas extraídas de las redes sociales en las que se confunden los algoritmos con la función matemática del logaritmo.
Confesó que el motivo por el que la contactó la editorial Planeta para escribir la obra fue quitarle esa mala fama. Los definió como “herramientas, una secuencia de pasos, instrucciones, como una receta de cocina que te va diciendo qué hacer, solo que hay matemáticos, informáticos y otros de la vida cotidiana; existen desde que existe la humanidad, recogidos desde la época de Babilonia y no hay uno solo, hay cientos de miles”.
La historia de los algoritmos
Grima describió su libro como “una excusa para hablar de matemáticas, un poema a su belleza y las historias de hombres y mujeres que hicieron posible los algoritmos”. Ilustrado por Raquel Garcia i Ulldemolins, la obra cuenta con una portada inspirada en la película Con faldas y a lo loco, haciendo referencia en el título de cada capítulo a una película clásica.
En el primero de ellos, vinculado a Sopa de ganso, la autora hace alusión al matemático persa Muhammad Ibn Musa Al-Jwarizmi, quien elaboró un compendio en árabe en el siglo IX del que viene el concepto del álgebra, para resolver ecuaciones a través de métodos con pasos, de forma ordenada, del que parte el propio término algoritmo, en referencia también al propio nombre del pensador. También dedica este capítulo a la matemática escocesa Ada Lovelace, quien escribió en el siglo XIX “el primer algoritmo para que las máquinas pudieran trabajar por su cuenta”, ideando un primer lenguaje de programación.
En esta revisión histórica, otra de las figuras que destacó la conferenciante fue el matemático y físico alemán Carl Friedrich Gauss quien, en el siglo XVIII, desarrolló el método de los mínimos cuadrados, el algoritmo que más se usa en el día a día. “Sirve para sacar una tendencia y hacer una predicción, para el big data, todo se hace con este tipo de algoritmos, por eso digo que fue el primer científico de datos de la historia”, resume Grima.
La ponente lamentó que el modelo precursor de Lovelace contraste tanto con la actualidad: “muy pocas mujeres están estudiando las carreras de informática y matemáticas; las mujeres quedarán fuera de la élite del mundo, hoy ligada a la tecnología y no puedan estar representadas todas las sensibilidades en el diseño las IA en el futuro”.
A ello, se suman algunos dilemas morales sobre cómo se están usando los algoritmos en manos de grandes empresas tecnológicas en el presente. “Hay una élite que controla el mundo y lo hace porque controla las matemáticas más que tú, por lo que necesitaremos muchas humanidades, para el desarrollo de la ética y la filosofía, como el camino hacia una nueva humanidad y el desarrollo del pensamiento humano”, concluye Clara Grima.
Isabel León agradeció a las cerca de 200 personas, que iban desde los 11 a más de 80 años de edad, que asistieron a los diez cursos y dos talleres que compusieron el abanico diverso de una oferta formativa especializada y de calidad, esperando incluso poder ampliar la asistencia en la siguiente edición. En la que finaliza, se han abordado temáticas como la inteligencia artificial, videojuegos, astroturismo, drones o arqueología, entre otras. Además, se celebraron dos encuentros en las instalaciones y viñedos de Bodegas Acero, donde los participantes pudieron aplicar de manera práctica los conocimientos adquiridos en el curso de Análisis Sensorial Deductivo y Viticultura Regenerativa.


