La escultura. Engañando a la gravedad

  • Gerardo Fuentes
Palabras clave: escultura, gravedad, materiales, ilusión óptica

Resumen

La escultura, por su naturaleza mecánica y técnica, no es capaz de producir escenas tan complejas como lo hace la pintura, salvo el relieve que a través de los distintos planos crea la ilusión de la perspectiva y la narración. Y no se trata aquí de establecer criterios conceptuales a la manera de “El Paragone”, sino más bien la posibilidad de descubrir las capacidades constructivas de la escultura a la hora de concebir ciertas propuestas, como la representación de los contenidos por medio de la masa, la altura y la profundidad, es decir, de la tridimensionalidad. La escultura encierra en sí misma la tensión del mensaje que el lector debe de descubrir y leer. Ya en el pasado se esforzaron por obtener resultados tan complejos  como el desafío a la gravedad (engañando a la gravedad), por medio del efecto óptico, del color, del movimiento, de la luz y de otros componentes. La “Niké” de Peonio, el “Extasis de Santa Teresa”, de Bernini, la “Anunciación” de Günther o muchas de las obras realizadas por Canova, Orrico, Quinn, Bethencourt, etc. son muestras de esos alardes profesionales, dependiendo siempre de los materiales utilizados. La etapa barroca es la más fecunda en la producción de estos fines escultóricos, creando, como lo hizo Quirin Asam, auténticos montajes teatrales en los que los personajes parecen que flotan.

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Publicado
2021-06-30
Cómo citar
Fuentes, Gerardo. 2021. «La Escultura. Engañando a La Graveda»d. Accadere. Revista De Historia Del Arte, n.º 1 (junio), 69-85. https://doi.org/10.25145/j.histarte.2021.01.04.
Sección
Artículos