El cambio climático en curso impondrá para 2050 un aumento medio de la temperatura de 2 a 3ºC y una disminución de la vida útil y de los recursos hídricos, que puede alcanzar el 30% en la Macaronesia. Estas modificaciones tendrán un enorme impacto en la agricultura, provocando la pérdida de la capacidad productiva de los cultivos agrícolas y enormes pérdidas económicas. Estos escenarios plantean ante las Regiones de la Macaronesia el enorme desafío de desarrollar acciones que promuevan la adaptación de la agricultura y de los principales cultivos agrícolas regionales a las nuevas condiciones y escenarios climáticos, garantizando la actividad económica, el mantenimiento del potencial productivo y la seguridad alimentaria. Se pretende dar respuesta a estos desafíos desarrollando productos y soluciones naturales que protejan los cultivos en situaciones de déficit hídrico y se encuentra alineada con los ámbitos estratégicos agronómicos y de bio-sostenibilidad de la especialización RIS3.