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Antonio Martinón: la alternativa para un nuevo tiempo

lunes 27 de abril de 2015 - 09:21 GMT+0000

El próximo miércoles 29 de abril, el estudiantado, PDI y PAS de la ULL estamos llamados a las urnas para elegir al equipo que gestionará nuestra Universidad en los próximos cuatro años. Siempre una cita electoral constituye un evento de máxima importancia para la comunidad universitaria aunque, en esta ocasión, creo que no resulta exagerado decir que estamos ante las que van a ser las elecciones más trascendentes de nuestra historia reciente, porque nos hallamos ante un nuevo contexto, un nuevo tiempo, tanto en nuestra sociedad como en nuestra Universidad.

Hemos asistido en los últimos años a un ataque frontal a la universidad pública, a veces utilizando la crisis económica como disculpa. La reciente propuesta que permite la reducción de la duración de los grados (el conocido como “3+2”) no es más que el último capítulo en esta triste deriva. En el caso concreto de la ULL, la asfixia financiera a la que ha sido sometida por parte del Gobierno de Canarias, junto a la imposibilidad de planificar más allá del siguiente ejercicio económico, hace que nos hallemos ante una situación de extrema gravedad, que debe ser encauzada inmediatamente. Todo ello deberemos llevarlo a cabo en una dinámica de cambio profundo en el contexto educativo, especialmente de la educación superior, que exige importantes y urgentes modificaciones y adaptaciones que garanticen la calidad de nuestra Universidad en el nuevo entorno competitivo.

Internamente, la gestión del actual equipo de gobierno ha podido ser bastante mejor. Aspectos como la imposición de un modelo uniforme de fusiones de centros y departamentos; la aprobación de una normativa rígida y sin sentido sobre permanencia y evaluación del alumnado; la instauración de procesos largos y tediosos en la programación docente y la inexistencia de criterios claros y transparentes en la ordenación docente, son sólo algunos ejemplos de la ausencia de rumbo institucional congruente en la que hemos vivido. Todo ello ha provocado en el conjunto de la comunidad universitaria una profunda sensación, fácilmente perceptible, de desasosiego, insatisfacción, desmotivación, falta de identificación institucional y conflictividad.

Ante esta situación, un amplio grupo de mujeres y hombres, de diferentes orígenes y tradiciones académicas, tenemos la convicción de que es necesario un cambio profundo en el gobierno de nuestra Universidad. Un cambio de rumbo que supere el inmovilismo, que actúe en el corto y medio plazo, y que tenga un horizonte estratégico de 15 o 20 años. Por ello, hemos dado el paso de presentar una candidatura a las elecciones del próximo 29 de abril, conscientes de la responsabilidad histórica que habrá de asumir el equipo de gobierno que resulte elegido.

Representamos un amplio espectro de adscripciones e ideas, incluyendo universitarias y universitarios de diferentes grupos claustrales, y contamos con el apoyo de personas que han sido participantes en diferentes equipos de gobierno de la ULL, en el pasado y en el presente. Para todo ello, hemos diseñado un ambicioso programa de gestión, accesible en nuestra web (www.amartinonrector.es). Dicho programa se asienta en el diálogo y la transparencia como principios básicos de acción.

En él se recogen medidas para posibilitar que el profesorado universitario desarrolle armoniosamente la docencia y la investigación de calidad, dependiendo de sus capacidades personales y de su ciclo de vida académica. Se apuesta por generar un ambiente propicio con incentivos adecuados para una investigación de relevancia y la adecuada proyección internacional, así como afrontar los grandes retos que se plantean en el ámbito de la docencia (acreditación de las titulaciones, potenciación de la formación de posgrado y doctorado), y abordar las reformas necesarias para mejorar aspectos como la normativa de trabajos fin de grado y master, la racionalización de las prácticas de empresa, la revisión de las materias básicas de rama.

Se plantea una apuesta clara en dos áreas claves: la internacionalización y las relaciones con la sociedad. Por un lado se trata de mejorar la visibilidad, reconocimiento y posicionamiento internacional de la ULL, de cara a atraer el talento y de convertir la movilidad internacional en un elemento básico en la carrera profesional tanto del PDI como del PAS.

En lo que a las relaciones con la sociedad se refiere, apostamos por intensificar los vínculos con el mundo social y económico. Para ello, exploraremos de manera efectiva fórmulas de mecenazgo e intensificaremos y facilitaremos la colaboración con las empresas, mejorando la eficacia y la coordinación de los servicios de empleabilidad y dotando de mayor conexión con el entorno a las actividades culturales y de extensión universitaria.

Estamos convencidos de que las seis mujeres y tres hombres que constituiremos el Consejo de Dirección de la ULL, en el caso de que la comunidad universitaria nos dé su apoyo el próximo miércoles, conforman, como puedes comprobar en nuestra web, el equipo ideal para afrontar estos retos. Sabemos la responsabilidad que asumimos y queremos participar de manera decidida en la construcción de una Universidad con la que nos identifiquemos y de la que nos podamos sentir orgullosos todos y todas.

La comunidad de la Universidad de La Laguna debe elegir entre el cambio o el continuismo. Las otras dos candidaturas surgen del actual grupo claustral en el que se apoya el equipo de gobierno, representando por tanto lo bueno y lo malo que se ha hecho hasta el momento. Frente a esto, la candidatura que tengo el honor de encabezar representa la única alternativa. Somos la Alternativa para un Nuevo Tiempo que la Universidad de La Laguna tiene la oportunidad de comenzar el próximo 29 de abril.


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