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El Vicerrectorado de Investigación presenta sus líneas de actuación ante los medios informativos

lunes 18 de febrero de 2019 - 15:13 GMT+0000

Fotos: Emeterio Suárez (CC BY 3.0)

El Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de La Laguna ha sido el protagonista hoy lunes 18 de marzo ante los medios informativos, en el encuentro habitual que el Rectorado mantiene periódicamente con periodistas. Francisco Almeida, su titular, ofreció un extenso resumen de la actividad de su departamento, no sin antes hacer una consideración general acerca de la actividad científica: la investigación, base del quehacer de las universidades, capacita igualmente para la docencia. “Los que se mantienen en la frontera del conocimiento están más preparados para la enseñanza universitaria, porque lo conocen todo acerca de la materia de estudio”. Almeida agregó que en los ámbitos de mayor prestigio, resulta inconcebible que en una universidad no se investigue y, de hecho, no se las considera como tales a los centros que no apuestan por la I+D+i.

La actividad investigadora es muy permeable al entorno social en el que se mueve, y, sobre todo, a la inversión en ciencia que hacen los diferentes gobiernos. Así, si la inversión nacional de I+D sigue en retroceso desde 2010, con una leve recuperación en los últimos tiempos y un promedio del 1,2% del PIB, en Canarias apenas alcanza el 0,5% de inversión, donde además en los últimos cuatro años solo ha habido una convocatoria pública de proyectos, que, en opinión del vicerrector, debería ser anual.

El Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de La Laguna se divide en cinco áreas: Investigación, Proyectos Internacionales, Análisis y Seguimiento de la Información, Transferencia de Resultados de la Investigación y Servicio General de Apoyo a la Investigación.

La primera aglutina la gestión de las convocatorias de formación, predoctorales, posdoctorales, contratos con cargo a proyectos, plan de incentivación, etc. El vicerrector destacó el plan propio de ayudas que ofrece este centro académico, y del que se desprenden un total de once tipos de ayudas diferentes, entre las que se encuentran, por ejemplo, la prevista para preparación de proyectos europeos, para el desarrollo de prototipos o para la publicación de artículos científicos en revistas en abierto, entre otras.

En el apoyo a jóvenes investigadores hizo referencia a ayudas específicas para asistencia a cursos y seminarios de especialización, apoyo al desarrollo de tesis doctorales con mención internacional o las bolsas de viaje para presentación de resultados en congresos y reuniones científicas.

Almeida se detuvo igualmente en los diversos programas de captación de talento investigador, tales como el María Rosa Alonso, destinado a proyectos de las áreas de Ciencias Sociales y Humanidades; el Viera y Clavijo, pensado para el rescate de investigadores posdoctorales; el Agustín de Betancourt, diseñado junto al Cabildo de Tenerife para incorporar talento investigador orientado a la transferencia de conocimiento al mundo productivo; o los contratos predoctorales, especialmente dirigidos a dar apoyo a la realización de la tesis doctoral durante cuatro años.

Francisco Almeida afirmó que el número de publicaciones científicas de la Universidad de La Laguna ha seguido una progresión al alza en los últimos años, con un total de 1.215 publicaciones en 2018. En cuanto a proyectos regionales, financiados en su mayoría por la Fundación CajaCanarias y en el último año por el gobierno regional, se ha pasado de un total de 11 proyectos en 2014 a 22 proyectos en 2017, año en que se captó más de un millón de euros por estas vías.

Con respecto a proyectos nacionales, el vicerrector explicó que se mantiene una tendencia estable, quizá algo a la baja por los años de la crisis y la disminución de fondos que llevó aparejada. Así, el número de proyectos solicitados anualmente se ha mantenido sin cambios a lo largo de los años, con una media entre 50 y 60 anuales, lo que ofrece unas tasas de aceptación promedio del 46% y una financiación de dos millones anuales o de cinco a seis millones por trienio.

En cuanto a proyectos internacionales, Almeida precisó que se ha experimentado un importante salto cualitativo en la presentación de proyectos europeos, donde además se da una amplia dispersión de convocatorias, con 26 proyectos solicitados en 2017 frente a un total de 102 al año siguiente. Los resultados de este incremento se verán el próximo año, agregó. Sobre los proyectos de cooperación internacional en el área de la Macaronesia se ha pasado de solicitar 46 proyectos en 2016 a 49 en 2018, pero lo más relevante estriba en que si antes solo se lideraban 3 proyectos ahora la Universidad de La Laguna pasa a liderar 21 de los solicitados.

También se ha incrementado la participación en el programa Interreg Espacio Atlántico 2014/20, en el que las Islas Canarias fueron incorporadas en la edición anterior. Así, en su segunda convocatoria la Universidad de La Laguna ha presentado cuatro propuestas, de las que en dos lo hace como líder por primera vez. De las cuatro propuestas se ha conseguido obtener financiación en la del área de riesgos geológicos territoriales.

El vicerrector también habló de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación, encargada de gestionar la transferencia del conocimiento hacia el entorno productivo y dividida en tres áreas: valoración, protección y desarrollo empresarial. Así, el área de valorización ha promovido en esta última época hasta un centenar de acuerdos con entidades públicas y privadas, de los que 44 se encuentran aún en trámite de negociación. En cuanto a la protección de las invenciones y su posterior negociación, en este periodo se ha prestado asesoramiento a más de un centenar de investigadores, al tiempo que se ha revisado la cartera de patentes, de las que han quedado 50 en vigor y, de ellas, diez han sido concedidas en 2018. En cuanto a desarrollo empresarial, la OTRI gestionó en 2018 la creación de la primera empresa de base tecnológica de la Universidad de La Laguna.

Almeida se detuvo finalmente en el Servicio General de Apoyo a la Investigación, que aglutina un total de 26 servicios agrupados en cuatro divisiones: análisis elemental y molecular, caracterización de materiales y superficies, tecnologías biomédicas y apoyo tecnológico. En este servicio existe equipamiento científico único en Canarias, que además se ha visto renovado gracias a los fondos del FDCAN. Se trata de servicios de altas prestaciones, donde los procesos de calidad son muy exigentes, lo que ha permitido contar con certificaciones como al ISO 9001 en nueve de ellos, la ISO 17025 y el +400 puntos del EFQM a todo el servicio.


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