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Un estudio en el que participa la ULL muestra la vinculación de Whatsapp y la política sobre todo entre los más jóvenes

martes 23 de julio de 2019 - 13:53 GMT+0000

Las aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp no solo sirven para mantener el contacto con amigos y familiares. Una cantidad cada vez mayor de personas utilizan WhatsApp para compartir noticias, discutir sobre la actualidad política, e incluso para incentivar la participación política. Un estudio publicado en la revista Information, Communication & Society por investigadores de las universidades de La Laguna, Viena y Jaume I de Castellón sugiere que las conversaciones políticas mantenidas a través de la aplicación de mensajería instantánea incentivan la participación política, tanto de tipo convencional como activista.

“WhatsApp tiene más de 1.500 millones de usuarios en todo el mundo que comparten más de sesenta mil millones de mensajes al día en un entorno más privado y seguro que otras redes sociales. Los usuarios de WhatsApp son quizás más directos y abiertos a la hora de discutir sobre política en esta plataforma, ya que pueden controlar quién lee sus mensajes y quién no” afirma en una entrevista el investigador del Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional de la ULL y coautor de la investigación, Alberto Ardèvol Abreu. El estudio utiliza datos de dos encuestas digitales llevadas a cabo a lo largo de seis meses en Estados Unidos, Nueva Zelanda y España, en las que se obtuvieron datos de 3.307 personas.

Alberto Ardevòl Abreu, investigador de la ULL

Con estos datos, Alberto Ardèvol y sus colegas Homero Gil de Zúñiga (Universidad de Viena) y Andreu Casero Ripollés (Universitat Jaume I) encontraron que las personas que mantienen conversaciones políticas frecuentes en WhatsApp acaban votando con mayor frecuencia, colaborando en campañas políticas o contactando con representantes políticos para trasladarles problemas o sugerencias. “Es lo que en ciencia política se conoce como participación política tradicional. Hasta ahora siempre se había pensado en la mensajería instantánea como herramienta para coordinar e incentivar la protesta, como pasó con los SMS de marzo de 2004 o en las concentraciones del movimiento 15M. Una de las cosas más interesantes de nuestro estudio es que parece que WhatsApp puede también favorecer la participación política más convencional, sobre todo entre las generaciones más jóvenes”, comenta Alberto. “La gente comparte noticias de redes sociales y medios digitales, discute sobre ellas en WhatsApp y acaba implicándose con los problemas políticos”, añade

El trabajo sugiere, sin embargo, que el efecto más fuerte de la discusión política en WhatsApp es sobre la participación de tipo activista. En todos los grupos de edad, la conversación política a través de aplicaciones móviles de mensajería instantánea se relaciona con unos niveles más altos de protesta: actividades como el boicot político a empresas o productos, la participación en manifestaciones y concentraciones, o la creación y firma de peticiones online a través de plataformas como change.org.

Ardèvol añade que estas formas de protesta no deben considerarse como negativas o antidemocráticas. “Al revés. Las personas que participan en actos de protesta suelen mostrar mayores niveles de interés político y mayor compromiso con los ideales democráticos. Los ciudadanos del siglo XXI son más exigentes y están más preparados, y entienden la participación y el control a sus representantes de modos que van más allá de depositar un voto en una urna cada cuatro años”.

El estudio completo puede consultarse en este enlace.


Archivado en: Destacado, Investigación, Portada ULL

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