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La ULL y el Cabildo premian varios proyectos por su aportación social en la jornada de Aprendizaje-Servicio

jueves 22 de junio de 2023 - 12:43 GMT+0000

La Universidad de La Laguna ha celebrado hoy, jueves 22 de junio, las segundas jornadas centradas en la metodología educativa Aprendizaje-Servicio (ApS) en colaboración con el Cabildo de Tenerife. Se trató de un acto con el que se pretendía reconocer la labor llevada a cabo por diferentes colectivos, instituciones y entidades que han desarrollado casi una decena de proyectos utilizando este método con el fin de educar prestando un servicio a la sociedad. Durante la jornada se concedió una serie de galardones a las dos iniciativas que, según un jurado experto, tuvieron una mayor contribución social.

El Aprendizaje-Servicio se ha establecido como una herramienta clave a la hora de fomentar la participación activa del estudiantado en su entorno. Por este motivo, la institución académica con la ayuda del Cabildo ha seleccionado diferentes iniciativas tanto universitarias como no universitarias, que han trabajado en su comunidad para tratar de dar solución a problemas reales. Es el caso del proyecto Apadrina, impulsado por el IES Mencey Acaymo, ganador de uno de los premios otorgados, que buscaba fomentar la concienciación ambiental entre su alumnado con salidas a la zona del Barranco de Badajoz, donde pudieron conocer y ayudar a la eliminación de especies invasoras como el rabo de gato.

Varios proyectos optaron al título en la categoría universitaria que finalmente recayó en la iniciativa que se centró en la aplicación de esta metodología educativa en los Trabajos de Fin de Grado y Fin de Máster en la Universidad de La Laguna. Más de un centenar de estudiantes y una treinta de entidades participaron en 2022. Durante este tiempo el alumnado ha prestado servicios de asesoramiento especializado, estudios aplicados y teóricos, formación e incluso diseño de cursos, dando respuestas a carencias o dificultades que planteaban las entidades colaboradoras.

Representantes del proyecto no universitario «Apadrina». Foto cedida.

“Yo soy de ciencias y siempre he pensado que quedarse en el aula era un poco feo. Vamos a llevarlo al laboratorio, pensaba. Y el laboratorio más grande se llama sociedad”. José Manuel García Fraga, vicerrector de Docencia de la Universidad de La Laguna, presente en el acto inaugural, se congratuló así con la celebración de estas jornadas que trascienden a la enseñanza no universitaria y que reunió a centros de primaria y secundaria con el objetivo de ayudar a la comunidad.

Concepción Rivero, consejera insular del Área de Educación, Juventud, Museos y Deportes, se sumó a este agradecimiento e incidió en alguna de las ventajas que tendrán sus participantes porque, tal y como reconoció, ya saben cómo se elabora un proyecto y cómo se ha de presentar rigurosamente a otras instituciones, “algo que prestará un grandísimo valor a la sociedad”.

Representantes del proyecto «ApS aplicado en los TFG y TFM de la ULL». Foto cedida.

El ApS como forma de vida

“Sin generosidad, sin fraternidad, sin responsabilidad, sin cuidados hacia los demás, la vida perece”. La pedagoga Roser Batlle, referente del Aprendizaje-Servicio en España y fundadora de la red nacional de esta metodología, fue la encargada de llevar a cabo la conferencia inaugural de las jornadas. A través del análisis de lo sucedido a lo largo de los últimos años en los que la sociedad ha pasado por una pandemia, un confinamiento y hasta una guerra muy cerca del seno europeo, la experta detalló algunos de los puntos que necesita la ciudadanía si desea un futuro más justo, menos hostil y sin fragmentaciones.

“Dejarnos llevar por la desconfianza y el odio nos llevará a minusvalorar la democracia. El ApS han de servir de brújula para orientar el talento”. Batlle apostó por esta metodología educativa como vía hacia la instauración de un pensamiento social que va mucho más allá del ser individualista y que luche por el bien común.

Gracias al aprendizaje-servicio el alumnado consigue estar más motivado porque es capaz de advertir que el trabajo que está realizando tiene una utilidad, además de que es un método que redunda en la ética del cuidado, sentenció. “Los jóvenes no son el futuro de la sociedad, ya son la sociedad y es preciso orientarlos. Que ellos sean capaces de ver quién sufre, quién está solo, quién está amenazado, y que se eduquen mientras ayudan a los más frágiles es Aprendizaje-Servicio”.


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