Este centro académico ha celebrado la jornada La Universidad ante el reto de apoyar a estudiantes que provienen del sistema de protección, que puso en el centro del debate la necesidad de generar entornos educativos más inclusivos y accesibles para jóvenes estudiantes que, por haberse encontrado en situación de vulnerabilidad en algún momento de sus vidas, ingresaron en el sistema de protección bajo la modalidad de acogimiento residencial o familiar.
Organizado por la Cátedra institucional de Infancia y Adolescencia, el evento estuvo dirigido por los profesores Eduardo Martín y Aránzazu Calzadilla y contó con la colaboración del Vicerrectorado de Estudiantes, así como del Centro de Estudios de Desigualdad Social y Gobernanza de la Universidad de La Laguna, la Red Universitaria por la Infancia y la Adolescencia (RUIA), la Cátedra de Infancia y Adolescencia de la Universidad Politécnica de Valencia y la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de La Laguna.
La jornada fue inaugurada por Rosario Hernández, vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de La Laguna, que manifestó el compromiso de la institución con el diseño de medidas que permitan al estudiantado procedente del sistema de protección acceder a estudios universitarios, y por Aránzazu Calzadilla, también directora de la Cátedra de Infancia y Adolescencia de la Universidad de La Laguna.
En la inauguración se puso sobre la mesa la apuesta por este tipo de proyectos, además de que se agradeció al Gobierno de Canarias y, en especial, a la Dirección General de Protección a la Infancia y las Familias (Consejería de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias del Gobierno de Canarias) por su apuesta por la atención de la infancia y la juventud en el archipiélago.
Esta cita reunió a docentes de universidades españolas en las que ya se han implementado iniciativas dirigidas a este colectivo para visibilizar los retos que enfrentan estos estudiantes al acceder a la educación superior y debatir posibles líneas de actuación coordinadas desde la universidad. Además de miembros de la comunidad universitaria, asistió personal de la Dirección General de Protección a la Infancia y las Familias del Gobierno de Canarias, así como de distintos programas, entidades y asociaciones de atención a la infancia y adolescencia que se encuentra en el sistema de protección.
La primera ponente, Aurora López, profesora titular de Derecho Civil de la Universidad de Zaragoza, expuso el recorrido jurídico que siguen los menores desde su entrada en el sistema de protección hasta su salida al alcanzar la mayoría de edad, poniendo el foco de atención en los programas de tránsito a la vida independiente y el papel clave que la educación superior puede desempeñar en este proceso.
Seguidamente, Eduardo Martín, profesor titular de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de La Laguna, expuso las dificultades que tienen que afrontar los jóvenes que egresan del sistema de protección y que aparecen incluso antes de ser separados de sus familias de origen. Durante toda su trayectoria vital se encuentran múltiples obstáculos que dificultan que puedan cursar sus estudios con normalidad. Además, deben afrontar un proceso de transición a la vida adulta mucho antes que el resto de los jóvenes y en unas condiciones complejas, por lo que son muy pocos los que acceden a la universidad. El tramo de edad de 18 a 24, que es el que corresponde con los estudios universitarios, es muy convulso para estos jóvenes, ya que se ven empujados a una rápida inserción laboral, muchas veces con baja cualificación, en detrimento de la continuidad en su formación. Concluyó que el ayudar a aquellas personas que quieren acceder a la universidad a pesar de todo, con iniciativas como las que se presentan en estas jornadas, es una cuestión de equidad educativa.
Por su parte, Josefina Sala, catedrática del Departamento de Teoría de la Educación y Pedagogía Social de la Universidad Autónoma de Barcelona refirió la experiencia en Cataluña y, más concretamente, la reserva de plaza en los grados de las universidades catalanas para este colectivo y su impacto. En solo tres años, 89 jóvenes han accedido a la universidad gracias a esta medida de acción positiva. La intervención destacó su función compensadora frente a desigualdades estructurales y el compromiso de universidades públicas catalanas en ofrecer acompañamiento académico y psicosocial. También se analizaron las dificultades y se subrayó la necesidad de mejorar el sistema de becas y extender la iniciativa a todo el Estado.
El programa Arrakasta de la Universidad del País Vasco fue el objeto de exposición de Joana Miguelena, profesora del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad del País Vasco. En ella, presentó esta iniciativa que brinda otros escenarios de futuro para el colectivo que ha estado bajo tutela. Asimismo, en su ponencia expuso algunos datos sobre el programa, pero también sobre los itinerarios educativos de estos jóvenes señalando distintas acciones posibles e interpelando a la universidad como agente de cambio.
En último lugar, Vicente Cabedo, presidente de la Red Universitaria por la Infancia y la Adolescencia y director de la Cátedra sobre la misma materia en la Universidad Politécnica de Valencia, puso de manifiesto la experiencia en su centro académico, que ya ha implementado un programa específico durante dos cursos académicos.
La jornada concluyó con la intervención de Salomé Jiménez, que compartió su vivencia como profesional con trayectoria en dicho sistema, reflexionando sobre los desafíos en el acceso y permanencia en la universidad. Este espacio permitió relevar la importancia de políticas de acompañamiento reales y sostenidas, que garanticen una inclusión efectiva para jóvenes en contextos de vulnerabilidad. Las universidades reafirmaron su compromiso con la equidad y la justicia social, realzando su papel como agente transformador.