Una de las medidas educativas mas destacadas del periodo republicano fue la consecución del derecho a voto de las mujeres, cuyo significado es de enorme relevancia pedagógica. Como bien señala Ballarín Domingo, “el ejercicio de la libertad, de la participación en las decisiones políticas, tiene un significado educativo, en su práctica, de un alcance muy superior al de todas las promesas emancipatorias anunciadas a través del acceso a una mayor cultura.

El primer gobierno republicano abolió los Institutos de segunda enseñanza específicamente femeninos y los convirtió en mixtos, lo mismo se hizo con las Escuelas Normales y con las escuelas primarias anejas a estas Escuelas Normales. El cambio en la escuela primaria no se dio hasta 1937 en plena Guerra Civil y aplicable solamente a la zona republicana. El modelo no fue estricatmente coeducativo porque mantenía un plan de estudios, publicado con anterioridad que incluía “las labores propias del sexo” En cualquier caso, esta posición distaba de la mantenida por el Gobierno conservador Radical Cedista (1933-1935) que declaró sinefecto a todos los regímenes “coeducacionales” que se hubieran establecido sin autorización del Ministerio y prohibiendo nuevas iniciativas.

Aunque en la práctica la vida de las mujeres cambió poco, la imagen de la mujer activa y trabajadora se convirtió en algo frecuente en la propaganda de los gobiernos republicanos progresistas. En gran medida las aspiraciones de igualdad se identificaron con el triunfo republicano y aumentaron los grupos femeninos, los periódicos y congresos, y los artículos reclamando la igualdad y la coeducación.

[…] En las escuelas corrientes limitamos de una manera arbitraria el campo de la actividad de cada sexo, poniendo en la de los niños, en el mejor caso, los trabajos manuales además del quehacer intelectual, en las de las niñaslbores de aguja… ¿Se trata en realidad de una diferencia de aptitudes o depende ello de la función que de antemano les atribuimos y que no es quizá la que mejor les conviene? Sería preferible dejar ampliamente abiertas las clases, las enseñanzas y las ocupaciones a los dos sexos y permitirles que eligieran de acuerdo con sus gustos y circunstancias […]” Margarita Comás i Camos (La coeducación de los sexos en Revista de Pedagogía, 1931).