PLANTAS PARA ATRAER A LOS POLINIZADORES

Aunque el objetivo principal de un jardín es disfrutar de la observación de sus plantas, con el diseño adecuado puede convertirse en un auténtico refugio de biodiversidad. La presencia de plantas con flores atrae a una comunidad de insectos polinizadores, que será tanto más diversa cuanto mayor sea la variedad de flores disponibles. Cada especie de planta atrae a unos determinados polinizadores, de forma que hay especies que son más atractivas para abejas o para mariposas, y otras son preferidas por moscas, por ejemplo. Hay incluso plantas, llamadas super generalistas, cuyas flores reciben las visitas de un enorme espectro de insectos diferentes.

Hemos plantado una gran variedad de especies nativas y endémicas, pues son las que mejor están adaptadas a nuestro clima y a nuestros polinizadores nativos, tras miles de años de evolución conjunta. Por otro lado, hemos evitado usar plantas procedentes de otras islas, ya que pueden generar problemas de hibridación, y hemos eliminado la mayor parte de plantas ornamentales exóticas, pues suelen ser más atractivas para los polinizadores introducidos que para los autóctonos y, en ciertos casos, podrían incluso llegar a escapar y expandirse en el medio natural. Y no solo son importantes las plantas cultivadas en el jardín, sino que también lo son muchas de las mal llamadas “malas hierbas” que crecen espontáneamente, a las que hemos permitido su crecimiento controlado para aumentar la cantidad y diversidad de flores disponibles.

Entre las plantas del jardín más atractivas para los polinizadores se encuentran especies de la familia de las asteráceas o compuestas, como la magarza (Argyranthemum frutescens) o el cerrajón (Sonchus acaulis), y de la familia de las apiáceas o umbelíferas, como la cañaheja (Ferula linkii), el hinojo (Foeniculum vulgare) o la lechuga de mar (Astydamia latifolia). También son visitadas con frecuencia la tabaiba amarga (Euphorbia lamarckii), la jara (Cistus monspeliensis), el alhelí de monte (Erysimum virescens) o el matorrisco (Lavandula canariensis). Entre las hierbas espontáneas del jardín son muy apetecidas por los polinizadores los cardos (Galactites tomentosus) o las cerrajas (Sonchus spp.).