Es la tercera mujer en incorporarse a esta Real Academia, tras la bioquímica Margarita Salas y la matemática Pilar Bayer; la primera mujer en ocupar la presidencia de esa insigne institución desde su fundación en 1847; y la segunda persona de Canarias, después de Blas Cabrera Felipe.

Nacida en Santa Cruz de Tenerife, se desplazó a Madrid en 1966 para estudiar Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense, al no existir esas enseñanzas en aquel momento en la Universidad de La Laguna, y es en ella donde desarrolló su actividad académica, si bien nunca dejó de estar en contacto con su tierra natal. Se inició en la botánica de la mano del Salvador Rivas Martínez, alcanzando la catedra de Botánica en 1983, y en el 2018 pasó a la situación de catedrática emérita.

En el aspecto científico, se especializó en el estudio de los líquenes, grupo de organismos en que trabajó desde el principio y que nunca abandonó, en una primera etapa dentro de la liquenología tradicional para, posteriormente, incorporar métodos moleculares de reconocimiento taxonómico. Los datos bibliométricos la sitúan como una de las científicas más reconocidas en series nacionales e internacionales en su especialidad.

Especialistas en sistemática y biodiversidad le han dedicado tres géneros (Cresponea, Cresporaphis y Crespoa) y siete especies nuevas, nombres todos ya recogidos en la literatura internacional.

Voy a señalar solo tres de sus principales logros científicos:

1. Liderar internacionalmente, entre los estudiosos de la diversidad de los recursos biológicos, la adopción de nuevos desarrollos tecnológicos (análisis molecular y bancos de datos genómicos) que han conducido a una refundación de la sistemática biológica sobre bases filogenéticas (Taxonomía Integrativa).
2. Contribuir decisivamente a revelar para la ciencia la alta frecuencia de linajes y especies crípticas en muchos grupos de organismos lo que impacta fuertemente en la gestión de protección de especies y recursos biológicos en general. Ha contribuido decisivamente a poner de manifiesto que los caracteres morfológicos de las especies no siempre reflejan la diversidad genética real.
3. Sus resultados en torno a la objetivación y delimitación del concepto de especie, han contribuido a fundamentar la necesidad de estudios y catálogos de la biodiversidad a la luz del análisis de los caracteres moleculares y la filogenia moderna, buscando nuevas vías para la identificación molecular de las especies.

En su currículo puede verse su amplia trayectoria, destacando entre otras muchas cosas, su capacidad de formación impulsando un fuerte grupo de investigación internacional dedicado a la sistemática molecular de hongos y plantas; dirigiendo a doctores y pre-doctorandos de muchas partes del mundo; participando y dirigiendo proyectos de investigación financiados por instituciones públicas españolas y extranjeras o privadas; participando y dirigiendo campañas de prospección en España y en muchos lugares del planeta (China, Sudáfrica, Marruecos, Kenia, Perú, Japón, California, Australia).

Además del amplio número de artículos y libros científicos, ha desarrollado una notable labor de divulgación con artículos de temas científicos y universitarios. Presidenta de la Comisión Española del Programa Antártico entre 1988 y 1994, y evaluadora de varias de las principales Agencias y Gobiernos de EE.UU., Francia, Austria, etc.

Es, en definitiva, una investigadora de prestigio que se ha hecho merecedora de múltiples reconocimientos por su labor científica, destacamos la concesión de la Medalla Acharius en 2012, creada por la Real Academia Sueca de Ciencias y otorgada por la International Association for Lichenology, que supone el máximo reconocimiento internacional y nunca se había concedido a un investigador español.

Su actividad de gestión se ha centrado en la política científica y universitaria en el marco de la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación, en la época de Juan Manuel Rojo Alaminos, en diferentes cargos: asesora del Gabinete del Secretario de Estado (1985-1987), directora general del Gabinete (1987-1991), y directora general de Universidades (1991-1993).

Durante este periodo desarrolló una intensa actividad en la actualización del sistema de la Ciencia en nuestro país. Como hitos señalables, destacamos la elaboración temática del Primer Plan Nacional de Investigación; el diseño e implementación de la evaluación de la actividad investigadora; y la creación de la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora (CNEAI), de la que ha sido coordinadora general. Durante su paso por la CNEAI contribuyó a establecer nuevos criterios de evaluación curricular para las Ciencias Ambientales y la Ingeniería, dividiendo esta última en tres campos.

Por los méritos de la Dra. Crespo, como les comenté al principio, la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, la incorporó primero en la Institución y en 2024 la nombró presidenta.

Esta candidatura viene avalada por el Departamento. de Botánica, Ecología y Fisiología de nuestra universidad; en el área de Botánica, que ha sido el proponente, no sólo avalan los actuales miembros sino también los catedráticos y titulares jubilados.

Viene también avalada por la Facultad de Ciencias, por doctores Honoris Causa, y por los ex rectores de nuestra universidad, y ha sido aprobada por el Consejo de Gobierno en su última sesión.

Dado los méritos de la Dra. Crespo de las Casas en el campo de la investigación científica, enseñanza, y el trabajo desarrollado en favor de la Universidad Española, se considera que es acreedora de la concesión del título de Doctora Honoris Causa de la Universidad de La Laguna, y por ello solicito a este Claustro su aprobación.

María Isabel Tejedor Salguero

Propuesta de candidatura presentada ante el Claustro
el 24 de febrero de 2025