viernes 28 de noviembre de 2025 – 12:51 GMT+0000ompartir
FacebookXWhatsAppCopy Link
Canarias ha sido históricamente hogar de comunidades pesqueras que basan su vida en el mar. Hoy, la acuicultura, junto a la tradición artesanal, se presenta como una aliada clave, puesto que ambas actividades, lejos de rivalizar, pueden complementarse para proporcionar a la sociedad productos saludables y sostenibles.
Como reconocimiento y apoyo a las prácticas de pesca responsables, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) instauró en 1998 el Día Mundial de la Pesca, que se celebra cada 21 de noviembre, para destacar la importancia de una gestión sostenible de los recursos marinos y del esfuerzo de quienes dependen de ellos.
La pesca artesanal en Canarias ha experimentado cambios importantes, desde la tecnología y el mercado hasta la normativa. “Se ha formalizado todo mucho más”, afirma José Jaime Pascual Fernández, catedrático del grupo de investigación “Pesca, turismo y gestión de recursos naturales” (PESCATUR). “Hemos pasado de una administración vinculada a las comandancias de Marina a una gestión civil”, señala. “Actualmente, la complejidad administrativa ha generado una sobrecarga de regulaciones que, desde mi punto de vista, está afectando a la renovación generacional del sector”, explica. “A comienzos de los años 80, las comunidades estaban muy vibrantes, con muchos jóvenes incorporándose al sector. Hoy, eso es mucho más raro y la entrada de jóvenes se concentra en ciertas comunidades”, añade.
José Pascual.
A pesar de los cambios, la flota canaria sigue siendo muy artesanal en comparación con otras regiones del Estado. “Los atuneros utilizan técnicas tradicionales, como liñas, cañas y anzuelos, algo poco habitual en otras zonas de España, donde métodos como el arrastre o el palangre son especialmente relevantes”, explica.
Además, la participación activa de los pescadores en el diseño y la creación de reservas marinas y áreas protegidas ha demostrado ser fundamental. “En general, aquellas que han contado con la participación de los actores sociales en su diseño han terminado funcionando mucho mejor”, asegura Pascual Fernández. “Los pescadores pueden ayudar a evitar comportamientos oportunistas”, añade. Por el contrario, cuando las medidas se imponen desde arriba, sin el acuerdo ni la participación de los actores locales, la actitud suele ser pasiva.
Otro aspecto a tener en cuenta es la lentitud del proceso de creación de estas figuras. “Si se quiere establecer una reserva marina o un área protegida de un día para otro, la situación se complica, porque no hay tiempo para desarrollar los procesos de participación y la toma de decisiones de abajo hacia arriba”, apunta.
El papel de las mujeres
Las mujeres siempre han tenido un rol importante en la actividad pesquera. Tradicionalmente, se encargaban de la comercialización del pescado, como llevarlo a los mercados, intercambiarlo por otros productos y asegurarse de que llegara a las familias. “Era un trabajo complicado y muy duro: por las distancias, el peso y porque en muchas ocasiones no vendían el pescado y tenían que intercambiarlo por papas u otros vegetales”, cuenta.
“En todas las comunidades pesqueras que estudié siempre ha habido casos de mujeres que salían al mar de manera habitual con sus parejas o padres cuando hacía falta, aunque socialmente no estaba bien visto. Saltaban ese tabú ‘de que las faldas no se montaban en los barcos, ni la de los curas ni la de las mujeres’ porque era necesario”, cuenta el investigador.
Hoy, su papel es mucho más diverso y significativo. Muchas ocupan puestos clave en la gestión de cofradías, empresas pesqueras y grupos de acción costera. También hay mujeres que salen al mar de forma habitual, reivindicando su capacidad de pescar como cualquier otro miembro de la comunidad.
El reto de la alimentación
José Antonio Pérez.
Pese al fuerte vínculo cultural con el mar, el consumo de pescado en las nuevas generaciones es sorprendentemente bajo. “Las personas mayores de 65 años consumen como cinco veces más pescado que los menores de 35, y los niños y niñas ya lo consumen muy poco”, afirma. Tanto Pascual Fernández como José Antonio Pérez Pérez, profesor contratado doctor del grupo de investigación. “Fisiología de los lípidos y sus derivados en la nutrición animal y humana” (NUTRAHLIPIDS) lo consideran un problema grave, ya que los productos marinos son una de las fuentes más importantes de ácidos grasos omega-3 de cadena larga, vitaminas y minerales.
Los omega-3, según Pérez Pérez, tienen beneficios para la salud cardiovascular, enfermedades neurodegenerativas y para el desarrollo cognitivo y visual de los bebés. Su ausencia en la dieta infantil puede suponer un riesgo para la salud pública. Además, los túnidos, que han sido la columna vertebral de la pesca artesanal y semiindustrial desde el siglo XIX en Canarias, se siguen exportando para luego importarlos de nuevo ya procesados, congelados o refrigerados.
Para revertir esta situación, en 2018 se planteó un proyecto piloto junto a organizaciones de pescadores como Islatuna y Pescarestinga, con el objetivo de optimizar estrategias de procesado, ultracongelación y comercialización enfocadas al suministro de despieces de túnidos locales a comedores de centros escolares. “A lo largo de este tiempo nos hemos apoyado en diversos proyectos de investigación, como MACAROFOOD, FOODE o THINKINAZUL, para mantenerlo vivo”, explica Pascual Fernández.
Actualmente, el equipo cuenta con un proyecto InterregMAC específico, ECOTÚNIDOS_Cap, que refuerza esta labor. Asimismo, el grupo ha creado un fanzine divulgativo sobre el pescado local en los comedores escolares, publicado en la revista Frontiers for Young Minds, que ha resultado muy útil para públicos muy variados, tanto niños como adultos.
Impactos externos en la pesca artesanal
Además de los retos propios del sector, las comunidades pesqueras han tenido que adaptarse a fenómenos externos como el turismo masivo o la presión urbanística. “Esto lo comenzamos a estudiar en los años 80”, recuerda Pascual Fernández. “Empezamos con un proyecto dirigido por Alberto Galván, analizando cómo se transformaba la actividad pesquera en diferentes zonas de Canarias”.
En lugares con un turismo más incipiente, como San Miguel de Tajao, en Tenerife, o el Puerto de Las Nieves, en Gran Canaria, los efectos eran poco significativos. Sin embargo, en zonas con un gran desarrollo turístico desde aquella época, como Mogán, en Gran Canaria, la actividad turística ya comenzaba a desplazar a los habitantes tradicionales. “El impacto sobre el uso y la propiedad del litoral era muy visible. Los habitantes tradicionales se veían desplazados simplemente porque otros actores, con mayor capacidad económica, podían adquirir las primeras líneas del litoral”, explica.
Este fenómeno también ha influido en la composición laboral: “Esta situación ha llevado a que las ofertas de empleo ligadas al turismo atraigan a muchos jóvenes, que abandonan el sector primario, la agricultura y la pesca”, señala.
Acuicultura
En paralelo, la acuicultura se ha convertido en un elemento clave para asegurar el suministro de productos marinos saludables y de buena calidad sin seguir aumentando la presión sobre los océanos. En Canarias, la llegada de la acuicultura en la década de los 90 generó recelo entre el sector de la pesca artesanal.
Sin embargo, la evolución de la actividad y la evidencia científica ha mostrado que no existe tal rivalidad. Al contrario, en el archipiélago canario se ha visto con claridad que la pesca artesanal y la acuicultura se fortalecen mutuamente. “Se ha demostrado que no es un competidor. Son actividades complementarias”, subraya Pérez Pérez.
De hecho, Canarias favorece esa convivencia. La acuicultura trabaja con especies y procesos que no forman parte de la pesca artesanal. Además, muchas empresas acuícolas canarias emplean a pescadores como patrones de barcos o cosedores de redes, creando sinergias entre ambas actividades.
Cabe destacar que España es el principal país productor de acuicultura en Europa. “Somos pioneros en la producción de mejillón”, asegura Pérez Pérez. Además, Canarias se encuentra entre las comunidades autónomas con mayor producción acuícola, ya que cuenta con unas condiciones marinas y de temperatura muy favorables para el desarrollo del sector. “La estabilidad térmica del océano a lo largo del año mejora el crecimiento y reduce las enfermedades de los organismos”, afirma el biólogo marino.
Economía azul sostenible
Estas actividades se enmarcan dentro del concepto de economía azul, un enfoque que busca el desarrollo económico sostenible ligado al mar. Según Pascual Fernández, este concepto surgió primero en una comunicación de la Unión Europea de 2012 bajo el nombre de crecimiento azul, centrado en actividades con alto potencial de expansión, como la minería marina, el turismo marítimo o la eólica marina. Sin embargo, el documento dejaba de lado sectores tradicionales como la pesca artesanal o el comercio marítimo, que históricamente han generado empleo y riqueza. “Por ello, hubo un rechazo significativo a ese documento y sus argumentos”, recuerda el sociólogo y antropólogo.
Más recientemente, en 2021, la Comisión Europea presentó el concepto de economía azul sostenible, que integra de una forma más equilibrada todas las actividades económicas vinculadas al mar, incluyendo las más tradicionales. “El documento habla de cómo organizar los usos del mar en un contexto donde cada vez hay más demandas del espacio y de los recursos del territorio”, explica Pascual Fernández. Y advierte: “muchas veces la ordenación y planificación no se ha hecho de manera adecuada, olvidando actividades que se han desarrollado durante siglos, como la pesca artesanal, y eso es algo que ahora se intenta corregir”.
Algas e invertebrados
Proyectos de investigación como THINKINAZUL trabajan actualmente en el desarrollo de nuevos productos basados en algas —macro y microalgas— e invertebrados marinos, como los erizos y las holoturias. “Las algas tienen un potencial inmenso”, señala Pérez Pérez. Las microalgas, por ejemplo, se cultivan en tierra con sistemas de producción muy eficientes, lo que permite reducir la presión sobre los recursos oceánicos. “Resulta incongruente que para darle de comer a un pez tenga que obtenerse el ingrediente del mar”, indica.
Dada su excepcional composición nutricional, las algas y otros ingredientes de origen marino no solo se utilizan para la ganadería acuática, sino que también son utilizados en la ganadería terrestre como la avícola y la porcina, y en la alimentación de mascotas. Su riqueza en omega-3, vitaminas y minerales abre un nuevo horizonte de aplicaciones en sectores como la alimentación, la cosmética, la farmacéutica e incluso la bioenergía.
Tanto las algas como los invertebrados son recursos biológicos con un enorme potencial como alimentos funcionales. Se trata de un sector muy novedoso, en el que el grupo de investigación NUTRAHLIPIDS se ha introducido hace menos de cinco años y que está ofreciendo la oportunidad de diversificar la producción de especies, tal y como demanda la Unión Europea.
En esta misma línea, el grupo ha desarrollado una línea de investigación para la valorización integral de las cabezas de tiburón azul, con el objetivo de avanzar hacia un modelo de cero residuos. “Los aceites extraídos de los tiburones contienen compuestos muy importantes para la salud”, apunta.
Canarias reúne tradición pesquera, experiencia en acuicultura e investigación en torno al mar, por lo que tiene potencial para impulsar la transición hacia un modelo marino sostenible. De esta manera, la pesca artesanal y la acuicultura trabajan en conjunto para lograrlo.
NOTA: Este reportaje es una iniciativa enmarcada en el Calendario de Conmemoraciones InvestigaULL, un proyecto de divulgación científica promovido por la Universidad de La Laguna.
Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (Cienci@ULL)
Archivado en: ReportajesEtiquetas: Energía, Biodiversidad y Medioambiente, Arte y Humanidades, Día Mundial de la Pesca, José Jaime Pascual Fernández, José Antonio Pérez, Noviembre, 2025
Licenciado en Filosofía en 1984 con premio extraordinario y con el tercer Premio Nacional de Fin de Carrera se especializa en Antropología Social y lee su tesis doctoral (sobresaliente Cum Laude) sobre esta materia en 1989 (Universidad de La Laguna) con un trabajo comparativo sobre poblaciones de pescadores en Canarias
Sociología y Antropología
jpascual@ull.edu.es
Tras la obtención de la licenciatura en Biología en junio de 1998, he colaborado con el Grupo de investigación NUTRALIPIDS (Fisiología de los Lípidos y sus Derivados en la Nutrición Animal y Humana) desde 2010, participando como investigador en 15 proyectos de investigación financiados. Coautor de 43 publicaciones en revistas científicas, 3 artículos en revistas divulgativas y 1 capítulo de libro. 60 participaciones en Congresos nacionales o internacionales.
Biología Animal, Edafología y Geología
janperez@ull.es