Algunas medidas para evitar la congestión de la TF-5

FECHA: 29/05/2018

ARTÍCULO – MOVILIDAD

AUTORA ROSA MARINA GONZÁLEZ MARRERO
ILUSTRACIÓN CARLA GARRIDO PUERTA

Profesora titular del departamento de Economía, Contabilidad y Finanzas. Universidad de La Laguna. Directora de la cátedra de Economía y Movilidad de la ULL. Fundación CajaCanarias Cabildo de Tenerife.

La autopista del Norte (TF-5) es una de las vías con los mayores niveles de tráfico de la isla, equiparables a los de ciudades como Madrid o Barcelona, donde se producen importantes problemas de congestión. Una de las principales causas de tal situación es la escasa competitividad del transporte público frente al viaje “puerta a puerta” que se realiza con el coche. Ello se debe a la dispersión de la población y también a una serie de factores, tales como: la posibilidad de acceder con el coche a la mayoría de los destinos sin ningún tipo de restricción, la existencia de estacionamientos en el origen y el destino del viaje- en muchas ocasiones gratuitos-, el hecho de que la guagua comparta la misma vía que los coches, la baja frecuencia de la guagua y las tarifas elevadas (consecuencia en gran parte del bajo nivel de usuarios), etc.
Todas estas circunstancias han contribuido a que el coche sea el modo de transporte predominante, tanto para los residentes como para los turistas.

Existen diferentes medidas con las que tratar de reducir la congestión del tráfico en la autopista TF-5. Se trata de medidas de corto, medio y largo plazo. Habitualmente se suele plantear como primera solución la de ampliar las carreteras, lo cual no resuelve el problema en el corto plazo y tampoco es siempre la solución óptima. Ello, debido a que más carreteras inducen más tráfico pudiendo acarrear en el medio-largo plazo a que retornemos a problemas de congestión. Además, es importante hacer notar que el suelo en nuestra isla es un recurso escaso de alto valor.

Frente a la ampliación de las carreteras existen otras medidas, más de corto plazo y menos costosas, entre las que cabe destacar: la administración de los sentidos de circulación de los accesos o vías, para los periodos punta, a través de Carriles Reversibles exclusivos para el transporte público; la bonificación y/o reserva de plazas en los estacionamientos para los vehículos con alta ocupación; la modificación de los horarios de entrada y salida de los centros de estudio y trabajo; el desvío de los viajes de la hora punta a la de fuera de punta (fomentando el teletrabajo y la docencia virtual en las horas de concentración del tráfico); la implantación de aparcamientos de transbordo en zonas estratégicas, etc.

Cabe destacar que el planteamiento de un viaje “puerta a puerta” en transporte público es muy caro y poco eficiente en nuestra isla y, por lo tanto, es necesario combinar modos de transporte realizando transbordos. Para que esta opción resulte “atractiva” a los viajeros, hay que hacer que los intercambiadores sean muy baratos y, a partir de ellos, el viaje en transporte colectivo sea muy ventajoso. Para lo cual, debe implantarse carriles exclusivos del tipo BUS_VAO, lo cual supone una solución a más largo plazo, y estudiar, como medida de corto plazo y transitoria, emplear como carril BUS uno de los que vienen en sentido contrario al tráfico en la “hora punta”. El transporte público, que parte de esos intercambiadores y circula por las vías exclusivas, podría ser del tipo de la línea regular de TITSA y también micros escolares, guaguas universitarias, guaguas de empresa, de institutos, de centros hospitalarios, etc.

En conclusión, para reducir la congestión se hace necesario aplicar paquetes de medidas que incentiven el transporte público y desincentiven, simultáneamente, el privado. Además, estas medidas deben estar permanentemente en proceso de evaluación y adaptación.