Investigación y divulgación, desde la cuerda floja

FECHA: 27/03/2019

AUTORA CRISTINA RUANO RODRÍGUEZ

Profesora de Farmacología
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de
La Obesidad y Nutrición. Instituto de Salud Carlos III

La dieta, junto con otros aspectos de la vida diaria, como la actividad física y la relación con el entorno, juegan un papel crucial en nuestro estado de salud. Esto que, para cada vez un mayor número de la población, es casi una obviedad, sigue siendo una asignatura pendiente para otra parte de la sociedad, desgraciadamente, aún nada despreciable en número.

El objetivo de mi trabajo, dentro del grupo de Investigación en Nutrición del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias y del Aula Cultural de Ciencia y Gastronomía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, es promover la prevención de enfermedades a través de la alimentación, difundir y llevar a cabo investigaciones para mejorar los conocimientos en el campo de la alimentación, la nutrición y la salud pública, mejorando así el estado de salud de la población en general. Pues, aumentar nuestra calidad de vida y la longevidad es algo que está al alcance de todos, si disponemos de información rigurosa, fiable y contrastada. Por otro lado, nuestra alimentación no solo tiene un gran impacto directo en nuestra salud, sino que también indirectamente afecta a los recursos de nuestro planeta. La producción de cada alimento genera un impacto medioambiental distinto, de tal manera que nuestra cesta de la compra repercute en el medio ambiente que nos afecta a todos.

Así, mi carrera profesional tiene una doble vertiente, por un lado la investigación y por otro la divulgación. Una sin la otra me parece que carecen de sentido. Por ello, me dedico a la Educación Nutricional combinando la labor de estudio en proyectos nacionales e internacionales de diferentes líneas en el campo de la Epidemiología Nutricional, como son la adecuación nutricional, los biomarcadores y patrones dietéticos, la dieta mediterránea, la diabetes, inflamación y la enfermedad cardiovascular, la calidad de vida, las microalgas y la sostenibilidad alimentaria; con la docencia universitaria, la asesoría nutricional y la divulgación científica en gastronomía, alimentación y salud. Participo en numerosas actividades de carácter divulgativo dirigidas tanto a escolares, como a jóvenes y adultos, también en medios de comunicación, como una sección semanal de Nutrición en el programa Hoy por hoy, de la cadena SER, o un espacio sobre las propiedades de los alimentos en el programa de cocina Bienmesabe en la Televisión Canaria.

Que los resultados de nuestras investigaciones lleguen a todo el mundo es algo que me parece especialmente pertinente, fundamental para la mejora de la vida de las personas e, incluso, de la economía, que parece ser el rasero por el que se mide prácticamente todo actualmente. Por ello, la escasa valoración, a nivel institucional, de la investigación y la divulgación científica me resulta, además de llamativo e injusto para quienes sufrimos esta situación de precariedad, una política errática que atenta a nuestro propios intereses. Esta situación nos lleva a las investigadoras a vivir en un precario equilibrio constante, lo que además se acentúa si eres mujer y más aún si eres madre. Conciliar una vida profesional interesante y activa con una vida familiar satisfactoria se convierte en una carrera de obstáculos extenuante y estresante muy difícil de salvar; cuando no en una utopía.

Una reflexión seria y profunda al respecto, que lleve a una transformación de los cimientos de las carreras académicas e investigadoras en las universidades españolas urge. Es imprescindible para estar a la altura de nuestros homólogos europeos no ya para prosperar sino al menos para no menguar como sociedad y como país.