jueves 04 de diciembre de 2025 – 15:03 GMT+0000
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La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada en 2006, ha impulsado en los últimos años un cambio de enfoque desde el tradicional modelo médico, centrado en el asistencialismo, hacia un Modelo Social de la Discapacidad, que pone el foco en los derechos, la autonomía y la eliminación de las barreras físicas, sociales y actitudinales que limitan la participación plena de estas personas en la sociedad. Hablamos con varios docentes de la ULL para profundizar en esta orientación.
Para María del Carmen Rodríguez Jiménez, profesora de la Universidad de La Laguna y directora de la Cátedra Institucional en Investigación e Innovación en Discapacidad Auditiva y Accesibilidad, la discapacidad enriquece a la sociedad: “Todas las personas tenemos algún tipo de dificultad o discapacidad en nuestra vida diaria”. Tomar conciencia de que somos diferentes, afirma, permite comprender que cada individuo necesita respuestas o adaptaciones acordes con su realidad. Sin embargo, advierte de que el debate social sobre la accesibilidad total y la inclusión todavía no cuenta con los recursos necesarios para hacerse plenamente efectivo, especialmente en lo que respecta a la formación y sensibilización de los profesionales de distintas áreas, para que puedan ofrecer una atención adecuada a personas con diversos tipos de discapacidad.
Por su parte, David Pérez Jorge, catedrático en Didáctica e Investigación Educativa y responsable del Grupo de Investigación en Diversidad, Salud y Educación (DISAE), subraya la importancia de sensibilizar a toda la sociedad, y especialmente a quienes ejercen responsabilidades políticas, para que adopten medidas que garanticen la igualdad de acceso y oportunidades, la eliminación de barreras y una convivencia plena, independientemente de la condición de cada persona, sin que ello implique crear espacios selectivos o que generen discriminación. “Si una sociedad necesita habilitar lugares donde las personas con discapacidad permanezcan cuando no están en la escuela, esto constituye una evidencia clara de que no somos una sociedad inclusiva, sino segregadora”, apunta el especialista.
Ambos investigadores desarrollan su labor en la ULL en torno a aspectos clave para avanzar en la normalización de la discapacidad y en la consecución del lema marcado por la ONU para este día internacional: fomentar sociedades inclusivas para el progreso social. Por un lado, Rodríguez Jiménez orienta su trabajo, tanto desde la investigación como desde la dirección de la cátedra, a mejorar la accesibilidad en todos los ámbitos para personas con diferentes discapacidades sensoriales.
Además, como integrante del Grupo de Investigación para la Educación en la Diversidad (GIED), aborda su investigación en el ámbito de la inclusión educativa, diversidad y calidad de vida de las personas con discapacidad. Por su parte, Pérez Jorge centra su investigación en el ámbito de la educación inclusiva y en cómo mejorar la respuesta de los centros educativos ante estas realidades.
Accesibilidad sensorial e innovación
Desde la Cátedra de Investigación en Discapacidad Auditiva y Accesibilidad, puesta en marcha a comienzos de este año por la Universidad de La Laguna y el Cabildo de Tenerife, se trabaja para promover la formación, la innovación y la difusión en los ámbitos de la discapacidad auditiva, visual y la sordoceguera. Para ello, se desarrollan diversas iniciativas orientadas a mejorar las prácticas profesionales desde un enfoque multidisciplinar. La labor de esta plataforma se extiende al conjunto de las discapacidades sensoriales, algo que se refleja en las distintas comisiones de trabajo en las que colaboran investigadores y profesionales especializados de diversas universidades, como Valladolid, Complutense y Autónoma de Madrid, Internacional de Valencia o la Universidad de Extremadura.
María del Carmen Rodríguez Jiménez e Irene Puerta.
La directora de la Cátedra destaca que un aspecto esencial de la investigación que desarrollan es la colaboración con asociaciones que trabajan con colectivos de personas con discapacidad, como sucede con la Asociación de Personas con Sordoceguera de Canarias. Recientemente, en colaboración con esta entidad, realizaron un estudio sobre la calidad de vida de las personas sordociegas en Canarias, trabajo que fue presentado por la secretaria de la cátedra, Irene Puerta Araña, en el I Congreso Nacional académico y profesional sobre Servicios Sociales e Inclusión Social del Ayuntamiento de La Laguna. A partir de esta investigación, señalan la importancia de seguir recopilando datos que permitan impulsar acciones desde las administraciones públicas para mejorar las condiciones de vida del colectivo. “Colaboramos con estas entidades para identificar necesidades y elaborar proyectos de investigación que puedan ofrecerles respuestas y herramientas”, apunta Rodríguez Jiménez.
Los resultados de estos trabajos de investigación fueron también presentados en el I Congreso Internacional Sordera, Discapacidad Auditiva y Sordoceguera: Avances, Retos y Futuro, celebrado el pasado mes de octubre en esta universidad. Este encuentro ofreció un espacio de diálogo entre especialistas de distintos organismos de investigación y permitió compartir información actualizada sobre los avances más recientes en ámbitos como la educación, la lengua de signos, la accesibilidad, la rehabilitación y habilitación auditiva, así como las tecnologías aplicadas a estos campos.
En el caso de la sordoceguera, Rodríguez Jiménez señala que se trata de una de las discapacidades menos visibles en nuestra sociedad y que la falta de recursos resulta especialmente limitante. Sin mediadores comunicativos o familiares que puedan servir de apoyo, para estas personas “el mundo acaba donde alcanzan sus manos”, enfatiza la investigadora. Además, subraya que todavía persisten numerosas barreras de accesibilidad en servicios cotidianos, como la administración pública o las entidades bancarias.
En esta línea, también cobran relevancia los proyectos de investigación centrados en la innovación, como el estudio que se está desarrollando sobre la percepción de la calidad del sonido en personas con implantes cocleares y el impacto que esta tiene en su calidad de vida. Rodríguez Jiménez destaca, además, el inicio de una colaboración con la Universidad de Cambridge para el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a este ámbito, utilizando herramientas como la realidad virtual.
Asesoramiento experto
Desde la cátedra también se desarrollan otras iniciativas, como la publicación del libro Abordaje logopédico y educativo del alumnado con implante coclear, de Rodríguez Jiménez e Irene Puerta Araña. Asimismo, se impulsan actividades formativas, entre ellas cursos prácticos de lengua de signos y talleres destinados a promover una comunicación inclusiva en el aula universitaria.
En esta labor constante de asesoramiento, la directora de la cátedra subraya que también en el ámbito universitario se van dando pequeños avances hacia la inclusión. Un ejemplo de ello es la instalación de bucles magnéticos en el Paraninfo y en el Aula Magna Blas Cabrera Felipe de la Sección de Física y Matemáticas, que permiten a las personas usuarias de audífonos conectarse por bluetooth a la señal sonora de conferencias y otros actos celebrados en estos espacios, facilitando así una experiencia auditiva más accesible.
Entre las iniciativas de transferencia a la sociedad desarrolladas durante estos primeros meses de trabajo, la investigadora destaca la organización de jornadas inclusivas de convivencia con personas sordas y/o con discapacidad auditiva y sordoceguera, en las que participaron menores y sus familias, así como intérpretes de lengua de signos y agentes de integración social. Rodríguez Jiménez subraya que es fundamental incorporar a las familias en este tipo de dinámicas, ya que favorecen la integración social y educativa. También apunta que este ámbito de trabajo continúa siendo uno de los pilares esenciales de la Cátedra, desde donde se busca ofrecer respuestas tanto al alumnado con distintas discapacidades como a los profesionales en formación.
La ULL ha realizado en los últimos años un esfuerzo significativo para apoyar al estudiantado con discapacidad y necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) mediante el Programa de Atención a Estudiantes con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (PAED). En el curso académico actual, este servicio ha registrado un aumento en el número de estudiantes inscritos, alcanzando un total de 273 personas que solicitan algún tipo de asistencia, la gran mayoría matriculadas en estudios de grado (95%). Además de atender a estudiantes con discapacidad física, psíquica o sensorial certificada, el programa también ofrece apoyo a quienes presentan dificultades en la interacción social o dificultades específicas de aprendizaje. Entre las adaptaciones proporcionadas a los participantes del PAED se encuentran la asistencia para la eliminación de barreras arquitectónicas y comunicativas, así como la ampliación proporcional del tiempo en las pruebas evaluativas.
El programa trabaja en coordinación constante con los tutores NEAE, profesores de distintas facultades que atienden al estudiantado inscrito en cada centro y fomentan un entorno inclusivo que garantice sus derechos. Asimismo, se colabora estrechamente con el Negociado de Servicios Asistenciales, responsable de gestionar ayudas técnicas como la presencia de intérpretes de Lengua de Signos Española, el acceso a sistemas FM para audífonos e implantes, o ayudas de transporte destinadas a este alumnado.
Diseño educativo inclusivo
Por su parte, el catedrático David Pérez Jorge, especialista en educación inclusiva, subraya que la universidad debe desempeñar un papel activo en la transformación social, especialmente en aspectos como el fomento y promoción de la inclusión y en la formación y cualificación de quienes la han de implementar estos cambios en los centros educativos.
David Pérez Jorge.
En su caso, y por su experiencia profesional previa como maestro y orientador, desarrolla su investigación en colaboración con los profesionales del ámbito educativo, con el objetivo de comprender sus necesidades y abordar aquellos aspectos en los que los resultados puedan generar herramientas transferibles a su práctica diaria.
El especialista señala dos líneas principales que guían el trabajo de su grupo: por un lado, potenciar la formación del profesorado en discapacidad y en la respuesta a las necesidades educativas especiales y necesidades específicas de apoyo educativo. Para Pérez Jorge, la atención a la diversidad debe apoyarse en políticas que permitan a los centros contar con docentes formados en discapacidad y con especialistas capaces de detectar y responder de manera temprana a las dificultades de aprendizaje asociadas a ella.
Sin embargo, con ratios cada vez más elevadas de alumnado con distintos tipos de discapacidad y necesidades educativas en las aulas, muchos profesores se sienten desbordados e incapaces de atender adecuadamente las necesidades individuales de cada estudiante. “Se trata de adoptar un modelo más preventivo, no únicamente centrado en la intervención”.
Pérez Jorge sostiene que las escuelas deben avanzar así hacia prácticas basadas en la cooperación entre los distintos agentes educativos, comprendiendo la diversidad como un valor y no como un problema organizativo, y adaptando el sistema educativo a las personas, y no al revés. Estas prácticas constituyen la base del denominado modelo de Diseño Universal de Aprendizaje (DUA). Sin embargo, el experto advierte de que todavía existe resistencia a reconocer las necesidades educativas como una condición no excepcional. El investigador explica que “la educación ha funcionado históricamente con recetas, aplicando estrategias únicas que no funcionan igual para todos”, pero insiste en que recurrir a modelos generales de intervención es un error y que es fundamental formar docentes con competencias en atención a la diversidad, capaz de adaptar los recursos educativos al perfil y las características de cada estudiante.
Por otro lado, Pérez Jorge desarrolla líneas de investigación centradas en la salud escolar y en la situación de los niños y niñas con discapacidad en los centros educativos. En este ámbito se analiza tanto el bienestar psicológico del alumnado como los procesos de deshumanización que pueden surgir en torno a la realidad de la inclusión en los centros educativos. Los resultados muestran que, pese a la intención general de avanzar desde un modelo médico hacia un modelo social de integración basado en valores, aún persisten importantes carencias y limitaciones en los centros. En esta línea, en 2024 se completó el proyecto de investigación IECVAD-COVID19, que evaluó la inclusión educativa y la calidad de vida del alumnado con discapacidad, así como el impacto del COVID-19 en la respuesta educativa del alumnado con NEAE y NEE en Canarias. Este proyecto fue liderado por los protagonistas de este reportaje.
Además, Pérez Jorge participa en la actualidad en un proyecto dirigido a apoyar al personal docente en la detección temprana de la insuficiencia de convergencia en el alumnado más joven. Esta afección de la musculatura ocular dificulta que los ojos enfoquen correctamente objetos cercanos, lo que puede generar problemas de vergencia, asociados a insuficiencia de convergencia o a exoforia. El alumnado afectado suele presentar problemas para mantener la atención en el aula y, en ocasiones, son diagnosticados erróneamente con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, sin que la medicación resulte efectiva.
El proyecto, respaldado por la Fundación Canaria Instituto de Investigación Sanitaria de Canarias, busca dotar a las escuelas de una herramienta sencilla para detectar de manera precoz esta insuficiencia. Así, se podrían implementar intervenciones tempranas que ayuden a los alumnos y alumnas a superar dificultades atencionales en una etapa crucial de su aprendizaje.
Hacia la inclusión plena
Ambos profesores coinciden en que aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar una inclusión plena y efectiva, que garantice a todas las personas, con y sin discapacidad, la posibilidad de desarrollar su vida cotidiana y sus proyectos sin barreras ni limitaciones. Subrayan que la investigación a la que dedican sus carreras persigue generar herramientas, evidencias y protocolos que contribuyan a reducir las brechas existentes en participación social, acceso al empleo y educación de calidad.
Recalcan, además, que la educación inclusiva no es solo un objetivo deseable, sino un derecho fundamental que requiere colaboración continua entre profesionales, especialistas, administraciones y familias para diseñar estrategias integrales que atiendan todas las dimensiones de la vida de la persona con discapacidad.
En este proceso, destacan el papel decisivo de las universidades como motores de cambio social: instituciones capaces de formar a futuros docentes en prácticas verdaderamente inclusivas, impulsar investigación aplicada que transforme los entornos educativos y sociales, y adecuar sus propios espacios para convertirse en modelos de accesibilidad y convivencia. Con ello, afirman, se avanza no solo hacia la inclusión, sino hacia una sociedad más justa, abierta y diversa.
NOTA: Este reportaje es una iniciativa enmarcada en el Calendario de Conmemoraciones InvestigaULL, proyecto de divulgación científica promovido por la Universidad de La Laguna.
Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (Cienci@ULL)
Archivado en: ReportajesEtiquetas: Ciencia y Sociedad, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, María del Carmen Rodríguez Jiménez, Irene Puerta Araña, David Pérez Jorge, Diciembre, 2025
Doctora por la Universidad de La Laguna con la tesis El implante coclear en niños su eficacia funcional desde la perspectiva de las familias y los profesionales 2013. Dirigida por Dra. Olga María Alegre de la Rosa, Dra. M. Jesus Suarez Rodriguez, Dr. David Pérez Jorge.
Didáctica e Investigación Educativa
mcrojime@ull.edu.es
Graduada en Logopedia por la Universidad de La Laguna en 2014. Máster Universitario en Trastornos de la Comunicación: Neurociencia de la Audición y Lenguaje por la Universidad de Salamanca en 2016.
irenepuertaa@gmail.com
Doctor por la Universidad de La Laguna con la tesis Actitudes y concepto de la diversidad humana un estudio comparativo en centros educativos de la isla de Tenerife 2008. Dirigida por Dra. Olga María Alegre de la Rosa.
Doctor por la Universidad de Extremadura con la tesis Educación inclusiva en tiempos de COVID-19 TIC, calidad de vida y bienestar emocional de estudiantes con NEE y NEAE 2024. Dirigida por Dr/a. José Luis Ramos Sánchez, Dr/a. Ana Isabel González Contreras.
dpjorge@ull.edu.es