Última encuesta sobre la Ciencia en España: más interés, científicos mal pagados y las pseudociencias resistiendo.

Revista Hipótesis

 

Como cada año la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) presentó en rueda de prensa los resultados de su encuesta sobre la opinión que la ciencia nos merece. Esta encuesta, que se realiza desde hace 10 años, nos pregunta a los españoles/as sobre aspectos relacionados con nuestra visión de la ciencia y la tecnología. ¿Dónde nos informamos de estas materias? ¿qué nos parece? ¿qué opinamos de las pseudociencias? son algunos de los temas que trata este estudio que en esta última edición recopiló casi 8.000 entrevistas. Aquí resumimos algunos de los resultados que la agencia ha presentado.

 

La imagen de la ciencia

 

Lo primero que le preocupa a esta entidad dependiente del Ministerio de Ciencia e Investigación, y con razón, es saber si nos interesa la Ciencia y la Tecnología, si la tenemos presente. 

 

Los datos no son malos. El estudio revela que cerca de una de cada siete personas (14%) manifiesta de manera espontánea interés por los temas de ciencia y tecnología, una proporción parecida a quienes expresan interés por la economía (16%), la educación (15%) y el medio ambiente (10%). Este dato es similar al interés detectado en la encuesta realizada en el año 2018 (16%).  Es curioso como este interés es dispar dependiendo del nuestro sexo. El interés por la ciencia y la tecnología declarado de forma espontánea continúa siendo mayor entre los hombres (19%) que entre las mujeres (10%). Sin embargo, las mujeres muestran un mayor interés por temas con una relación muy directa con la ciencia y la tecnología, como la medicina y la salud. El 32% de las mujeres muestra un interés espontáneo por estas cuestiones, frente al 20% de los hombres. También las mujeres se han mostrado más interesadas por temas relacionados con la pandemia (50%, frente al 43% de los hombres), un tema central este año y muy vinculado con el desarrollo de la evidencia científica. 

 

¿Cómo estamos?

 

Respecto a la imagen que los ciudadanos tienen sobre la investigación científica y tecnológica en España, dos de cada tres españoles (66%) cree que se encuentra retrasada respecto de la media de la Unión Europea. 

 

Además, una amplia mayoría cree que se debería invertir más en ciencia y tecnología en todos los niveles de la administración pública y las empresas privadas. Esa demanda es mayor para el Gobierno de España, sostenida por el 85% de la población; pero también el 80% cree que los gobiernos autonómicos deberían aumentar la inversión destinada a la investigación en ciencia y tecnología, junto al 71% cree que debería hacerlo las administraciones locales y las empresas privadas. Con respecto a ediciones anteriores de la encuesta, las diferencias sociodemográficas se reducen (tanto de género como de nivel educativo), mostrando un mayor consenso entre diferentes grupos sociales. 

 

Científicos mal pagados

 

La mayoría de la población cree que la profesión investigadora está mal remunerada económicamente (62%), aumentando esta opinión con respecto a dos años antes (54%). Asimismo, la mayoría opina que la profesión investigadora carece de suficiente reconocimiento social (63%), mostrando un ligero empeoramiento respecto a dos años antes (58%). Sin embargo, médicos/as y científicos/as siguen siendo las profesiones más valoradas junto a los profesores/as y por encima de ingenieros/as, empresarios/as, jueces o periodistas. Finalmente, el 28% asegura que estaría dispuesto a financiar de manera altruista proyectos científicos, como ocurre con iniciativas de interés social llevadas a cabo por ONG u otras organizaciones. 

 

¿Dónde consumimos Ciencia? 

 

La televisión sigue teniendo un papel relevante como canal de información científica en todas las edades. El 72% de la población manifiesta que se informa de temas relacionados con ciencia y tecnología a través de este medio. La televisión ha tenido un papel especialmente importante en la información relacionada con la COVID-19. En concreto, la televisión ha sido la principal vía de información sobre la enfermedad para el 65% de la población, seguida de internet para el 25%. 

 

La encuesta ha mostrado en las últimas ediciones que internet se ha consolidado como un medio fundamental de información y comunicación científica en España. En esta edición, el 61% de la población manifiesta que se informa por internet sobre ciencia y tecnología, principalmente por redes sociales y a través de medios generalistas en su versión digital. Esta proporción aumenta significativamente entre los más jóvenes, llegando hasta el 80% y el 78%, entre quienes tienen de 15 a 24 años y de 25 a 34 años, respectivamente. Por otro lado, las personas con mayor interés por temas científicos son las que usan en mayor medida Internet como canal de información. 

 

Las pseudociencias en retroceso, pero no tanto

 

Esta encuesta también pregunta por el consumo de terapias pseudocientíficas. Uno de cada seis españoles (17%) dice confiar en los efectos beneficiosos de la homeopatía, ocho puntos porcentuales menos que hace dos años, mientras que el 11% en el reiki (imposición de manos), cinco puntos porcentuales menos que hace dos años. Este retroceso parece estar vinculado con campañas de información sobre estos tratamientos pero también con una disminución de la confianza general, también en los tratamientos convencionales, como la vacunación. 

 

A pesar de esta disminución, sigue siendo similar la proporción de aquellos que han utilizado en alguna ocasión tratamientos de salud alternativos como la homeopatía o la acupuntura, que se sitúa en el 24%. Asimismo, sigue siendo estable la proporción de personas que lo usaron como complemento a tratamientos convencionales (73%), mientras que el 26% usa estos tratamientos sin base científica en lugar de tratamientos médicos convencionales. A pesar de que el uso alternativo de estos tratamientos permanece más o menos constante en el conjunto de la población, su uso ha aumentado entre los niveles educativos más bajos (en más de quince puntos porcentuales) y ha disminuido sensiblemente entre los niveles educativos universitarios. 

 

Como en la edición anterior, los resultados muestran que las mujeres han usado en mayor medida este tipo de tratamientos, un 29% de las mujeres los ha usado alguna vez frente al 18% de los hombres. En su gran mayoría, su utilización se centra en el tratamiento del dolor (49%), el estrés/ la ansiedad (21%) y resfriados (13%). Aunque también se registran enfermedades más graves, como el cáncer (1%). Los principales prescriptores de los tratamientos alternativos son personas del entorno cercano como familiares y amigos (53%) y conocidos, vecinos o compañeros de trabajo (15%). Sorprende la referencia a médicos/as o enfermeros/as por parte de un 13% de las personas que los utilizan.